Los jubilados de Suerte de Saavedra buscan la sombra de los soportales y las esquinas para encontrarse y hablar de sus cosas. Es frecuente verlos en grupos repartidos por el barrio, sobre todo en los largos días estivales. "Así matamos el tiempo, no tenemos otro sitio donde hablar y nos juntamos aquí en este poyete, junto a los pisos", comenta Antonio Sopa, reunido con su grupo.

"Lo peor es cuando hace mal tiempo, nos tenemos que quedar en cada y no podemos salir, entonces los días se hacen más tristes y más largos", apuntaba Emiliano Gamero.

Estos mayores aseguran que se sienten "alejados" de los recursos que hay para la tercera edad. El hogar de pensionistas más próximo está en San Roque, y para llegar a él tienen que recorrer más de tres kilómetros y atravesar la antigua Nacional V. Un recorrido similar al que hacen para ir al centro de salud.

Por ello, reclaman un hogar de mayores. "Echamos de menos algo aquí para echar el rato y tener donde tomar un café o una copita que nos salga más baratito que en los bares", dice Antonio Sopa. Este jubilado asegura que en Suerte de Saavedra hay locales que están cerrados y que se podrían acondicionar para ellos. "Con dos de esos que juntaran y adecuaran teníamos un centro para nosotros fuera de serie, no hacía falta más".

Pedro Calderón es uno de los que suele ir al hogar de San Roque, reconoce que "en Suerte de Saavedra no nos enteramos de la mitad de las actividades y de las cosas que hay para los mayores. Por la feria de San Juan ha habido entradas para los toros y aquí nadie se entera, estamos siempre a dos velas".

Coger el autobús dos veces al día para ir un rato a San Roque, le resulta a muchos de ellos incómodo y costoso. "El dinero de las pensiones es escaso y muchos no nos vemos ya en condiciones de estar todo el día en el camino, tenemos achaques", añadió Emiliano Gamero, que va todas las semanas al centro de salud a por recetas. "El hogar para los mayores y un centro de salud son dos cosas muy necesarias aquí".

Larga espera

Los vecinos de esta barriada esperan desde hace casi una década que se construya un centro social, donde se había previsto un espacio para el hogar de mayores, sin embargo no acaba de empezar. El citado centro, demandado en reiteradas ocasiones por la asociación de vecinos, tiene que hacerlo Cáritas con los fondos que se donaron a raíz de la riada de 1997. La Asociación para la Recuperación de Suerte de Saavedra ha solicitado al ayuntamiento y a la Junta de Extremadura que habilite un local para los mayores mientras se decide la construcción del centro.

El presidente de esta asociación, Antonio Chacón, ha ofrecido a algunos mayores que utilicen la sede de la asociación. "Hemos pensado facilitarles algunos juegos de mesa y una televisión, para lo que nos hemos puesto en contacto con las cajas y grandes superficies para que nos lo cedan", explicó Chacón.

La televisión es lo que les queda a estos jubilados, como a Francisco y a su mujer, Antonia, a los que les gustaría "algo de distracción".