Ni la consejera de Cultura, Leonor Flores, ni los responsables de la Asociación de Amigos de Badajoz llegaron a la reunión que mantuvieron ayer en Badajoz para abordar la sentencia del Tribunal Supremo que ordena derribar parte del "cubo" de la Facultad de Biblioteconomía con la intención o la posibilidad de negociar. Lo que hicieron fue intercambiar opiniones y mantener claras sus posturas.

La consejera dijo que se mostraba optimista ante la posibilidad de que el derribo no se lleve a efecto porque sería "una barbaridad", pero dejando claro que en este proceso la "víctima y la perjudicada" es la Junta de Extremadura, que fue la que construyó el edificio y el "culpable" es el Ayuntamiento de Badajoz por conceder en su día "una licencia mal dada", en referencia al permiso de obras que otorgó a la Junta y que según la justicia no se ajustaba al plan urbanístico en vigor en ese momento.

Amigos de Badajoz, a través de un comunicado, lamentó que la reunión "llegue 9 años tarde" porque cuando en el 2000 estuvieron 6 meses intentando que la Junta y el ayuntamiento reformasen el edificio en construcción "nadie nos hizo caso".

Flores recalcó que el fallo de la sentencia deja claro que la ilegalidad la cometió el ayuntamiento, mientras que la Junta siguió los trámites administrativos y judiciales "exquisitamente bien hechos". La consejera piensa que Amigos de Badajoz podría llegar a un acuerdo con el ayuntamiento para "romper" una parte del edificio. Porque el objetivo de Administración regional --según la consejera-- es que la facultad continúe en la alcazaba con las instalaciones actuales. Lo que no acepta de ningún modo la consejería es que el ayuntamiento defienda que la Junta, como promotora de la obra, tenga que correr con el gasto del derribo, pues fue el consistorio el que otorgó una licencia ilegal. La asociación por su parte, defiende que el edificio tiene "soluciones técnicas claras para que cumpliendo la sentencia pueda seguir sirviendo para la facultad".

La consejera volvió a sacar a relucir la incongruencia que se produjo en su día cuando Amigos de Badajoz dio el visto bueno al proyecto del "cubo" cuando pasó por la Comisión de Patrimonio, en la que la asociación está representada y tampoco expresó queja alguna durante todo el tiempo en que el proyecto de la facultad estuvo expuesto al público. Pero la asociación respondió que ellos sólo han denunciado una ilegalidad y que por lo tanto no son los culpables de que ahora haya que derribar el "cubo" sino "las instituciones que perpetraron esa barbaridad".

Flores sigue pensando que ahora la pelota está en manos de Amigos de Badajoz, que tiene que pedir a la sala que la sentencia se cumpla. En este sentido, el presidente de la asociación, Antonio Manzano, señaló que la ejecución ya se solicitó al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que será el que marque los plazos cuando le llegue la sentencia del Supremo.

SENTENCIA "HABIL" Respecto a esta última sentencia, la consejera comentó que el Alto Tribunal ha sido muy "hábil" y "no se ha mojado mucho" porque solo dice que no concurre imposibilidad "legal" de cumplir la sentencia de derribo, pero no habla de imposibilidad "material ni urbanística".

A pesar de que la semana pasada tanto desde el ayuntamiento como desde la Junta se defendió una imagen de unidad y expresaron que ambas irían "de la mano", la consejera se desmarcó ayer diciendo que la negociación la tiene que llevar el ayuntamiento, que es la administración competente en este tema. De momento ambas administraciones no se han reunido para abordar la situación. Ayer, Flores recalcó que "de una reunión no se puede deducir que es responsabilidad de las dos administraciones" y que su ayuda irá dirigida a la ciudad, no al ayuntamiento.

Al mismo tiempo, la consejera apeló a la "responsabilidad" de Amigos de Badajoz para que "recapacite". A la asociación le parece "curiosa apreciación de responsabilidad el no cumplir con las sentencias del Tribunal Supremo".