El cebadero de cerdos ubicado junto a Ciudad Jardín tiene los días contados y también los problemas de malos olores que origina. La Junta de Extremadura dio de baja el pasado 19 de mayo a esta explotación del Registro de Explotaciones Porcinas y desde entonces no concede guías para que puedan entrar más animales en estas instalaciones, según informó ayer a EL PERIODICO el director general de Producción, Investigación y Formación Agraria, Angel Sanchez, quien también explicó que desde este día han salido de este cebadero dos partidas, con 75 y 150 cebones.

También el propietario de la instalación, Eugenio González, confirmó que está acatando la orden judicial y que los animales irán saliendo progresivamente, aunque no quiso determinar cuándo prevé que estas instalaciones dejen de funcionar de forma definitiva.

El director general explicó que el Ayuntamiento de Badajoz, "por desconocimiento o por negligencia", no comunicó en su día a la Administración regional la orden de clausura porque, de haberlo hecho en su momento, automáticamente este cebadero habría causado baja en el Registro de Explotaciones Porcinas.

SEIS AÑOS

Sánchez recordó ayer que el 18 de abril del 97 el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, dictó una resolución ordenando el cierre de la explotación de porcino Cercado de Calamón, junto al Carrefour de la carretera de Valverde. Según aseguró el director general, en aquella fecha el ayuntamiento debería haber remitido a la Junta la decisión, a la Consejería de Agricultura. La autorización definitiva que concede la Junta exige la licencia municipal de apertura y la decisión municipal implicaría la baja automática, pero la Junta no actuó porque no recibió comunicación.

El 5 de julio de 2002 la sentencia del Tribunal Supremo cerró definitivamente el expediente, pero hasta el 6 de mayo del 2003 (un año después), el ayuntamiento no remitió a la Junta la sentencia y la consejería, el 19 de mayo pasado (trece días después), automáticamente le dio de baja en el Registro de Explotaciones. En ese momento se comunicó a los propietarios y a la Oficina Veterinaria de Zona, que en la explotación no puede entrar ningún cochino más y sólo pueden salir cerdos para ir a sacrificio. Además, aunque la ley no establece plazo, el propietario tiene que desalojar antes de mediados de junio, según el director general. En el caso de que en esta fecha el cebadero no esté vacío, "ya tendremos que actuar de otra forma", dijo.

Como esta explotación se encuentra en el casco urbano, llegado este extremo, la Junta actuaría "como asesora" de la autoridad local, de tal manera que si el dueño no lo hace voluntariamente, se haría por vía ejecutiva y los cerdos se sacrificarían y de la liquidación de lo que pague el matadero por esos animales se descontarían los costes de desalojo y el resto se abonaría a los propietarios.

Sin embargo, el equipo de gobierno local ha venido argumentando que desconoce cómo ejecutar la sentencia. Para Angel Sánchez es tan sencillo como "buscar un camión, sacar la guía que damos nosotros y nuestros veterinarios dicen cómo tienen que salir los cochinos de allí".

Angel Sánchez reiteró que el Ayuntamiento de Badajoz "no actuó correctamente" en el 97, ni cuando recibió la sentencia, por no haberla trasladado a la Junta, "porque este problema se podría haber resuelto hace ocho o diez meses".

El propietario afectado, por su parte, acata la sentencia y dice que las vías legales no están agotadas.