La Junta de Extremadura afirma en un comunicado que "no son ciertas las manifestaciones del representante de la comunidad de vecinos" de un edificio de la calle Rivillas, que denunciaba el incumplimiento por la Junta de su compromiso de arreglar los daños del inmueble con motivo de la riada de 1997.

Añade la Junta que "siempre ha estado dispuesta a aportar ayudas públicas para dar solución al inmueble afectado por problemas estructurales"; que la dificultad radica "no en la falta de voluntad, sino en que los desperfectos son objeto de reclamación en marzo del 2001, tres años después, lo que imposibilita, con las normas vigentes, financiar como obra de emergencia un edificio privado años después".

La Junta dice que les ofreció "acogerse a las ayudas públicas para la rehabilitación de edificios, incluidas en el Plan de Viviendas". Y expresa su disposición a aportar los recursos que la ley permite, pero no más, y rechaza las acusaciones de desinterés, "aun siendo comprensibles", a la vez que "queda abierta para cualquier solución, siempre de acuerdo con las leyes, que mejore la situación de los afectados".