Otra vez en obras. Un año después de que la Junta de Extremadura acometiese las obras de asfaltado de la avenida Reina Sofía de Badajoz, conocida como Circunvalación, que es de propiedad autonómica, va a tener que proceder a un fresado para intentar solucionar los problemas que provocan la aparición de balsas de agua cuando llueve. La Consejería de Economía e Infraestructuras ha informado a este diario de que sus servicios técnicos han desarrollado los trabajos de investigación y han hecho ya las pruebas ‘in situ’ vertiendo agua con un camión cisterna con el objetivo de localizar las zonas en las que queda retenida. El resultado es que «en breve» se procederá a un fresado de la zona para mejorar el drenaje.

Una vez que arregle de nuevo esta vía, el Gobierno regional retomará los contactos con el Ayuntamiento de Badajoz para la cesión de esta avenida, un procedimiento que se anunció hace dos años y que estaba pendiente de que esta carretera fuese arreglada por su propietario.

Esta semana que se han anunciado lluvias, los numerosos conductores que circulan por esta vía volverán a comprobar los defectos que presenta, pues se forman balsas de agua que ponen en riesgo la conducción. Los técnicos de Vías y Obras del Ayuntamiento de Badajoz comprobaron tras las obras de asfaltado que acometió la Junta en agosto del 2019 entre el puente de Palmas y el de San Roque, que persistían los problemas de evacuación de agua y determinaron que tenían dos explicaciones: por un lado las deficiencias de un pequeño colector instalado tres años atrás y, por otro, la falta de pendiente de la propia vía.

Las deficiencias en el colector se comprobaron con una inspección mediante cámaras, que sacaron a la luz vicios ocultos como tramos de tubería aplastados, seccionados y sin ningún tipo de conexión o colocados en contrapendiente. Para corregir estos desperfectos, el ayuntamiento se puso en contacto con la empresa pública Acuaes (Aguas del Estado), que había acometido esta obra dentro de un ambicioso proyecto. Los trabajos de reparación se han llevado a cabo este verano a cargo de la empresa adjudicataria, pues la obra tenía aún vigente la garantía. La actuación ha afectado a una red secundaria que tiene como misión el drenaje de Circunvalación y que vierte en el colector general de la margen izquierda.

Quedaba por lo tanto por resolver el segundo problema que provoca la acumulación de agua en la avenida Reina Sofía. Según concluyeron los técnicos municipales, este problema se produce debido a la escasa pendiente transversal, a pesar de ser una carretera muy plana. Esta avenida es propiedad de la Junta porque forma parte de una carretera regional aunque está integrada plenamente en el entramado urbano de la ciudad, por lo que desde el 2018 ambas administraciones está intentando el traspaso de la titularidad. Pero para que el ayuntamiento la asuma, tiene que estar en perfectas condiciones y tras la obra de asfaltado del 2019 se comprobó que no era así. La recepción de esta avenida por parte del ayuntamiento estaría por lo tanto pendiente de que la consejería acometa esta nueva obra de reparación.

El fresado del pavimento consiste en retirar el asfalto de la carretera para posteriormente colocar una nueva capa. La Junta no ha concretado la fecha en que acometerá estos trabajos, si afectarán al tramo completo de la avenida, ni el plazo de ejecución.

Cuando acometió el último asfaltado, la obra se prolongó durante diez días y se realizó en horario nocturno para interferir lo menos posible en el tráfico.