La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura retoma la restauración de las cubiertas de la catedral de Badajoz e invertirá 217.390 euros en reparar los tejados de la capilla del Cristo y la sala Capitular. Este proyecto, redactado por el arquitecto Julián Prieto, también incluye la consolidación del artesonado de la antigua sala Capitular, muy deteriorado e infectado por xilófagos.

La actuación, que se enmarca en el plan director de intervención en la catedral que se puso en marcha hace varios años, afectará a una superficie total de 594 metros cuadrados y pretende acabar con los problemas de filtraciones y humedades que existen en las cubiertas. Las obras ya se han licitado y tienen un plazo de ejecución es de 4 meses.

En la capilla de Cristo, la cubierta no transfiere humedades a la bóveda de momento, pero ante el riesgo de que se produzcan por su falta de planeidad, se levantarán para conseguirla e impermeabilizarla. Además, se va a reparar el pináculo que la remata, que sostiene una veleta y un pararrayos, que está agrietado y oxidado, lo que hace peligrar la estabilidad del conjunto.

La capilla presenta una grieta de considerable dimensiones, que recorre los espacios de la sacristía y la escalera de acceso a la cripta. Por la imposibilidad de conocer el origen de las grietas y lo costoso que resultaría una reparación sin más, lo que se hará será un análisis previo de las mismas colocando testigos para determinar si crecen o, por el contrario son históricas, y en función de los resultados decidir qué medidas se toman.

Las cubiertas también presenta mal estado en la sala Capitular y zonas adyacentes, que coinciden con los tejados de las zonas que afectan al Museo de la Catedral, que reabrirá en otoño una vez culminen las obras de remodelación que se están ejecutando en estos momentos. Con estas últimas se están reparando las humedades que provienen del suelo y de los muros, pero no las de filtración del tejado, que será sobre las que se va a actuar con el proyecto de Cultura.

En cuanto a la intervención en el artesonado de madera de la antigua sala Capitular, consistirá en su consolidación y limpieza, pues su deteriorada situación ha hecho que se tenga que apuntalar ante el riesgo de desprendimiento. La recuperación de las pinturas que lo decoran quedarán pendientes para una actuación posterior. Esta sala es una de las que formará parte del museo, por lo que si la recuperación del artesonado se retrasa, se incorporará más tarde a los espacios museísticos. En esta sala y otras pequeñas contiguas se exhibirán la iconografía mariana y las piezas de alabastro italiano.

El director del Museo de la Catedral, Juan Román, destacó que la recuperación de las cubiertas por parte de la Junta es «fundamental», porque aunque no sea visible para el público, es una obra «nuclear» para la estructura y conservación del edificio. También es de vital importancia para el propio museo, pues los mayores problemas que tienen sus espacios son de humedades por las filtraciones de los tejados.

Una vez que concluya esta actuación, las cubiertas estarán rehabilitadas en un porcentaje bastante superior al 50%, quedando pendiente las del claustro,y algunas pequeñas capillas cercanas a este último. El claustro es una de las zonas más afectadas por las humedades, de hecho, una parte se restringirá a las visitas por las malas condiciones en las que se encuentra.

La última intervención en la cubiertas de la catedral, que se realizó hace año y medio, afectó al tramo entre el claustro y la capilla del Sagrario, cuyo tejado ya había sido rehabilitado un año antes. La primera fase de la rehabilitación culminó en el 2009 y se actuó en un tercio de la techumbre. En el 2017 no se llevó a cabo ninguna obra en las cubiertas. «Todo lo que se ha ido rehabilitando de las cubiertas en estos años está espectacular. Ha sido una recuperación magnífica, por eso es costosa y lenta», apuntó Juan Román.