La Junta de Extremadura está ultimando el expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del puente de Cantillana sobre el río Gévora, en Badajoz, después de informar «sobre los indudables valores patrimoniales del bien». En este momento "se trabaja en la delimitación del entorno del puente para completar el expediente», según informa a este diario la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, que ha iniciado los trámites en respuesta a la solicitud que recibió hace seis meses de la Asociación Amigos de Badajoz, que desde hace años defiende su recuperación.

Este colectivo realizó la petición a la Junta a primeros de julio de este año para la declaración de este puente, que data del siglo XVI, como BIC en la categoría de monumento y la registró acompañada de un «extenso» dossier justificativo que incluía un amplio estudio histórico realizado por Julián García Blanco. Pero este colectivo lamentaba hace unos días que la asociación no sabe nada de los pasos dados por la Administración regional para garantizar la protección del puente.

La Junta, por su parte, ha querido reseñar que al margen de esta posible declaración «actualmente el puente de Cantillana tiene protección patrimonial ya que está dentro de los bienes catalogados por el Plan General Municipal (PGM) de Badajoz».

El puente del Gévora se compone de 17 arcos de distintas dimensiones y cronologías, que soportan una calzada de perfil alomado de unos 225 metros de longitud y algo más de 4 metros de ancho. Su construcción se recuerda en dos inscripciones. Las originales se retiraron del puente en 1992 y se encuentran en el Museo Arqueológico. Se viene aceptando que las obras terminaron en 1535. No obstante, la fecha no encaja entre diferentes fuentes. Su propiedad tampoco está clara pero sí existe un compromiso del Ayuntamiento de Badajoz, que acordó en el pleno celebrado el 31 de enero del 2019, hace por tanto casi dos años, iniciar los trámites para registrar el puente a su nombre, a propuesta del grupo municipal de Ciudadanos. Esta decisión se adoptó a raíz de que el anterior presidente de Amigos de Badajoz, Manuel Márquez, ya fallecido, completase una exhaustiva investigación que certificó que ninguna administración era propietaria del monumento.

Cuando la asociación Amigos de Badajoz solicitó la declaración de BIC argumentó que en este puente «concurren un sinnúmero de singularidades que lo convierten en una obra ejemplar en si misma y un monumento imprescindible para conocer la historia de Badajoz». Así, lo destaca como ejemplo de puente renacentista, por su integridad y autenticidad y por el entorno de puentes que lo sitúan en un catálogo único. Recuerda además que junto con el Puente de Palmas son las dos mayores infraestructuras civiles acometidas por el Ayuntamiento de Badajoz y éste de Gévora «fue vital» para asegurar las comunicaciones y por tanto fue un elemento articulador del territorio de primer orden.