25 años dan para mucho. Lo han dado para la Asociación Amigos de Badajoz, que cumple un cuarto de siglo defendiendo y dando a conocer el patrimonio histórico de la ciudad, unos objetivos con los que siempre ha estado implicada Toni Sánchez, que se ha mantenido fiel a este colectivo como socia todo este tiempo, ahora además como miembro de su junta directiva, muy activa a pesar de carecer de presidente.

«No tener presidente no supone que estemos sin rumbo o parados, en absoluto», defiende. La asociación echó a andar en 1995 y durante 18 años la presidió Antonio Manzano. Posteriormente ocupó el cargo Manuel Márquez.

Toni Sánchez es profesora de Sociales. Gran aficionada a la música clásico, asistió a un concierto que grabó TVE en la capilla bizantina de la ermita de la Virgen de la Soledad, que no conocía, y en aquel momento pensó que seguramente le ocurriría con otros muchos otros lugares de Badajoz, su ciudad. Estaba recién llegada desde Baviera como tutora de un grupo de alumnos tinerfeños y ese pensamiento se unió a la coincidencia de descubrir repentinamente que la capilla es una réplica de la original de Luis de Baviera. Por la prensa se enteró de que la «recién creada» asociación Amigos de Badajoz organizaba una visita a la Alcazaba y se apuntó. En esta cita descubrió que este colectivo era lo que ella estaba buscando. Desde entonces se ha mantenido como socia, aunque haya vivido fuera de Badajoz.

Con la experiencia de estos años, no duda en expresar que Amigos de Badajoz ha cumplido «sobradamente» los objetivos por los que se fundó. Este colectivo ha dado a conocer a los ciudadanos el patrimonio con visitas guiadas con un equipo de guías autorizados. «Para querer y valorar nuestro patrimonio hay que conocerlo y es lo que esta asociación está haciendo». Por eso siguen organizándolas.

«Muchas personas te manifiestan que gracias a Amigos de Badajoz están conociendo lugares de la ciudad que no conocían, como me ocurrió a mí hace 25 años». Amigos de Badajoz fue la artífice de divulgar los hechos históricos de la fundación de la ciudad en el origen de AlMossassa, fiesta en la que sigue participando con el ciclo de conferencias. El repaso quedaría incompleto sin mencionar el litigio que culminó con el derribo del conocido como Cubo de la Facultad de Biblioteconomía, una lucha que se prolongó durante 16 años. Toni Sánchez no estaba entonces tan implicada, pero sí asistía a todas las reuniones semanales y recuerda un primer momento «de confusión», hasta que la Real Academia de San Fernando «dijo que era una barbarie y tenía que derribarse». Ahora entiende que la ciudadanía no estaba del todo bien informada, porque no conocía todos los detalles «y parte de la sociedad tampoco quiso que lo entendiera». Pero asegura que hay quienes le han reconocido que estaban equivocados e incluso se lamentan «por haber contribuido a los malos ratos que nos llevamos e incluso nos han dado las gracias por nuestro empeño».

De un salto a la actualidad, esta mujer destaca la enorme implicación de muchos de los socios, como se pone de manifiesto en la actividad del grupo de whatsapp, con más de 350 miembros, «y cómo participan, nos mandan fotografías, vídeos y dan su opinión libre y voluntariamente». «Los propios socios están muy implicados y participan de una manera muy entusiasta», recalca. En estos momentos están muy reivindicativos con la recuperación de las ermitas de la Alcazaba y de los retablos de las Adoratrices. Al mismo tiempo, desarrollan proyectos divulgativos, como la edición de la revista Sharia y calendarios temáticos. Los últimos son la publicación de microrrelatos y un concurso de dibujo infantil para acercar el patrimonio a los escolares. Precisamente los niños tendrán especial protagonismo en la celebración del 25 aniversario, que la asociación ha pospuesto por la crisis sanitaria.