Manuel Pecero es oficial del Servicio Contra Incendios y Salvamento de Ciudad Real, desde donde hizo el seguimiento del siniestro ocurrido este verano en la refinería de Repsol en Puertollano, que se cobró nueve vidas. Pecero participó ayer en Videofuego.

¿Estaban preparados para reaccionar ante un hecho de tal envergadura?

-- El servicio provincial tiene una preparación para intervenir en casi todo tipo de siniestros, pero cuando son de esta índole, desbordan incluso al personal del equipo contra incendios de Repsol.

¿Se podía haber evitado?

-- El problema fue meter en un tanque de líquidos inflamables gasolina con demasiado butano y los tanques están diseñados para contener líquidos, no gases. Se generó una nube y cualquier punto de ignición provocó la explosión. Valorar si se podría haber evitado es muy subjetivo. En una actividad de ese tipo es lógico que haya un riesgo. Puede ser un fallo humano o de organización, pues se estuvo inyectando durante cuatro días gasolina con demasiado gas. No sé si se podía haber evitado; se tenía que haber evitado.

¿Lo ocurrido ha puesto de manifiesto que este tipo de instalaciones requieren más medidas de seguridad?

-- El problema radica en que cuando las empresas son multinacionales y cotizan en bolsa hay que dar un margen de beneficios y se hace a costa de invertir en seguridad. Además, la seguridad cien no existe, es una utopía. La seguridad absoluta no se puede alcanzar nunca.