El más difícil todavía: unos ladrones han pretendido robar dentro de un cuartel, nada menos que en el de la Base General Menacho en Bótoa, Badajoz, sede de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI, una de las unidades de élite de las Fuerzas Armadas españolas, curtida en batallas de cooperación internacional en zonas de conflicto como Kosovo o, ahora, Líbano.

El insólito hecho ocurrió alrededor de las 3.35 horas de ayer, cuando un grupo de entre dos y tres personas cogió y puso en marcha un vehículo blindado de trasporte de tropas, un TOA, que se encontraba en los talleres y lo condujo alrededor de 50 metros, la distancia que hay hasta la entrada de la sucursal del BBVA en el acuartelamiento. Una vez allí, los ladrones, sirviéndose de una maroma y de la fuerza del acorazado, forzaron la puerta de entrada de la oficina bancaria que tiene el BBVA en la arteria principal del cuartel e intentaron robar la caja fuerte por un método expeditivo: arrancándola de la pared. Consiguieron moverla, sacarla e incluso colocarla sobre la plataforma del TOA. Pero hasta ahí llegaron. Alertada la policía militar por el propio banco --una alarma saltó en la sede madrileña de control de oficinas y les dio aviso--, se personó en el lugar del robo y, al darles el alto a los ladrones, se dieron a la fuga, perdiéndose en los barracones y en los dormitorios.

Al cierre de esta edición nada había trascendido de los autores del intento de robo, sobre cuya identidad investigan tanto la Guardia Civil como el propio Ejército analizado las huellas recogidas, pero la principal hipótesis es que podrían ser soldados, o, al menos, otras personas que mantengan algún tipo de relación estrecha con la base .Demasiadas circunstancias van en esa dirección: no solo porque no todo el mundo sabe manejar un TOA, sino porque el elegido para el robo había salido justamente en la tarde de ayer del banco de reparaciones.

Por otro lado, estaban familiarizados con el acuartelamiento, de ahí su rápida, y hasta ahora eficaz, huida. Ayer se descubrió que la valla que circunda el cuartel estaba rota. Este hecho se atribuye a los ladrones, que tendrían preparado un plan para, con el TOA y con la caja fuerte dentro de él, salir de la base. Una de las hipótesis que manejan los investigadores, según fuentes del acuartelamiento, es que los ladrones estarían en connivencia con una banda especializada en el robo de cajas fuertes. Una grúa o un vehículo similar podría estar esperando fuera del cuartel para trasladar la caja fuerte y huir.

La audacia de los ladrones, el escenario del robo y su ´modus operandi´ era la comidilla de la base General Menacho, cuyos responsables dijeron que no darán datos hasta que se conozcan los pormenores del caso.