Luis Vicente Luna Milla recaló en Badajoz con el circo Krone en la Feria de San Juan de 1967. Tenía 26 años y actuaba de payaso con su hermano Pipo, cuatro años y medio menor que él. El Gran Vicen, como se apodaba, era el payaso «serio», el de la cara pintada de blanco. La mala fortuna quiso que sufriera un accidente de avión cuando sobrevolaba la ciudad lanzando pasquines con propaganda del circo. Se estrelló en el cauce del Rivillas, cerca de la piscina Conde. El piloto, José Rodríguez Gilabert, con 27 años, murió en el acto. El Gran Vicen llegó con un soplo de vida al Hospital Provincial. No entró en el quirófano. Ambos fueron tratados de héroes porque con su maniobra impidieron una tragedia mayor. La familia del piloto trasladó su cuerpo a Santander, de donde procedía. Luis Vicente Luna era de Catarroja (Valencia), pero fue enterrado en el cementerio de San Juan de Badajoz. A su funeral acudieron sus compañeros del circo, entre ellos su hermano Pipo, que aún sigue «haciendo bolos» con 71 años y vive en Barcelona, donde tiene otra hermana.

Un vecino de Badajoz, Juan José Carro, se topó con la historia del payaso siendo niño, cuando acompañaba a su madre a limpiar los nichos de sus abuelos. Al morir su madre, se volvió a acercar a la tumba del payaso que murió en accidente de avión y comprobó su mal estado. La puerta de hierro y el cristal habían desaparecido, así como el marco de piedra. Se le ocurrió recaudar fondos para adecentarla. Propuso la idea en el grupo de Facebook ¿Dónde está?, formado por entusiastas de los rincones de la ciudad. Sólo reunió 165 euros, y el presupuesto que le pedían rondaba los 500. Consiguió que por ese precio un marmolista le pusiese el marco y un amigo herrero le «regaló» la puerta. Cuenta Juan José Carros que nunca faltan flores en el nicho del «payasito», que es como lo conocen en el cementerio. Su historia las merece.H