La semana pasada estuve en Lisboa en la feria de referencia turística de Portugal, conocida como la BTL. Es como Fitur en Portugal, y por tanto dimensionada a lo que es Portugal turísticamente. Esa menor dimensión no justifica que no hubiese ninguna representación oficial del turismo de España, limitándose a dos pequeños expositores de Extremadura y Andalucía, y a otros dos espacios de municipios fronterizos. Sí había presencia de algunas empresas como eran los hoteles Meliá y un expositor de empresas de Badajoz entre las que estaban la asociación Badajoz Centro Médico y Aquabadajoz.

Aprovechamos para hacer unas encuestas entre los visitantes y conocer mejor lo que pensaban y demandaban los portugueses, especialmente los lisboetas. De la encuesta no pueden establecerse conclusiones cuantitativas, pero sí impresiones cualitativas de lo que piensan grupos de personas del país vecino. Es sorprendente que se nos llene la boca tantas veces afirmando que Badajoz es la tercera ciudad de Portugal, y comprobar el amplio número de personas que no les sonaba de nada y como máximo que era una ciudad española, pero no sabrían situarla. Más aún me sorprendió que también un amplio grupo de portugueses no sabían nada de la ciudad de Elvas. Sí conocían el Café Delta, pero Campomaior no sabían que era. Realmente sorprendente.

Otro grupo de los encuestados manifestaron que el principal atractivo de Badajoz era el comercio, y que venían con frecuencia a Badajoz a comprar porque encontraban cosas que en Lisboa no había. También algunos manifestaron que hacía algunos años que no venían, y que las últimas veces habían visto el comercio en decadencia o que les extrañaba que el comercio cerrase los domingos. En cuanto a la oferta sanitaria de la ciudad, también sorprendió cómo muchos portugueses se acercaban y nos decían con gran satisfacción que habían venido a Badajoz al médico.

Pero especialmente resaltaba el número de personas que mencionaban al doctor Sánchez Trancón, que lleva años haciendo una apuesta contundente por el país vecino. Lisboa está ahí, y es un mundo de muchas posibilidades, pero hay que apostar por estar en ese mercado, hablar portugués, darse a conocer, ser perseverante y seguro que vendrán resultados. Llevamos muchos años hablando y tirando fuegos artificiales sobre Portugal, pero hay que decidirse de una vez a apostar fuerte para que la Eurociudad tenga un peso en Lisboa. Seguro que merecerá la pena y esa labor debe liderarse desde las empresas.