A pesar de que el tiempo acompañaba y de que era sábado, no fue muy masiva la respuesta de los pacenses al III Encuentro por la Vida, organizado por la Hermandad de Donantes de Badajoz, con la colaboración de otras entidades, en las instalaciones del colegio Virgen de Guadalupe. El objetivo era conseguir bolsas de sangre y concienciar a los pacenses de la necesidad de donar, para lo que se celebró una jornada lúdica.

A pesar de ello, el saldo final fueron poco más de 100 bolsas, en una ciudad con casi 150.000 habitantes, lo que hacía pensar al presidente de la hermandad, Martín González Carvajal, que algo estamos haciendo mal, porque sé que los pacenses son solidarios".

Hubo actividades para todos los públicos. Cruz Roja instaló una guardería para atender a los niños mientras sus padres donaban sangre, también hubo payasos, y un trofeo triangular de fútbol. Los bomberos, que acudieron junto con efectivos del Ejército y de la Guardia Civil, hicieron demostraciones de salvamento en un simulacro de incendio. No faltó la música y el baile, así como una barra.

El director general de Formación, Inspección y Calidad Sanitaria, José María Vergeles, acudió "para apoyar la labor altruista de estas personas en un acto solidario" y acompañar a las asociaciones presentes, entre ellas Cruz Roja, Alcer y la Asociación de Donantes de Médula Osea. Vergeles destacó la necesidad de "promocionar la donación en las ciudades para equilibrar la diferencia existente con el mundo rural", una diferencia que, en su opinión, "se debe a los valores, en el medio rural son más solidarios y en las ciudades hay más individualismo".

Gabriel Guijarro, que acababa de donar, animó a regalar sangre, "no se pierde nada y se hace sin ningún esfuerzo".

Por su parte, Martín González ponía sólo un ejemplo de la necesidad: "para el primer trasplante hepático que se ha hecho en Extremadura se necesitaron 130 bolsas de hematíes, y en otros trasplantes se utilizan entre 20 y 50, y el área de salud de Badajoz sólo aporta el 38%".