Acabó uno de los carnavales de Badajoz más multitudinarios de los últimos tiempos y lo hizo como empezó: con miles de personas en la calle. San Roque, última parada del carnaval pacense, registró ayer lleno en el entierro de la sardina, al que la lluvia dio una tregua, al menos hasta por la tarde. Aunque durante el desfile amagó varias veces con ‘aguar’ la fiesta, el público se resistió a marcharse a casa, la nube pasó y los tambores siguieron sonando.

La comparsa Moracantana ganó el primer premio, seguida de Vaivén y Caretos Salvavidas. Los tres accésits fueron para Caribe, Umsuka Imbali (que se hizo con el galardón en la categoría de estandarte) y Balumba. En artefactos, los vencedores fueron Mascachapas, Trimoto y Los Loleros, mientras que Paqui Bernal y Pepa Villalobos compartieron el premio a la mejor ‘llorona’.

Una vez enterrada la sardina y entregados los premios, se llevó a cabo el tradicional reparto de sardinas asadas —este año 550 kilos— acompañadas por pan y vino por parte de la asociación de vecinos. No fue lo único que se comió y bebió ayer en San Roque, pues los bares estaban a rebosar de clientes.

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, destacó la elevada participación del público, la consolidación del carnaval de día tras varios años y la apuesta por otras actividades, como la Pasarela Don Carnal, que han llegado para quedarse. Asimismo, resaltó que pese a la masiva presencia de personas en la calle no se hubieran registrado incidentes graves durante estos cinco días de fiesta.

La noche del lunes se llegaron a congregar en el centro de la ciudad entre 30.000 y 35.000 personas. Cruz Roja realizó 38 servicios, cinco de ellos por agresiones, 11 por intoxicaciones etílicas, tres más por drogas y el resto por heridas accidentales, crisis de ansiedad y enfermedades comunes. En ningún caso fueron incidentes de gravedad. La policía local, por su parte, puso 20 denuncias por intervención de estupefacientes en puntos de venta de drogas.