Tras el intento de secuestro de una niña de 12 años en la barriada pacense de Llera, en el que la menor reaccionó y luchó hasta que pudo zafarse de su agresor, la noche del pasado jueves, la asociación de vecinos pide que haya una mayor presencia policial en el barrio, «sobre todo por la noche», manifestó el presidente del colectivo vecinal, Jesús Luengo.

El presidente de la asociación de vecinos afirmó que no tenía conocimiento, ni tampoco muchos residentes en la zona, de que se hubiera producido otro caso similar unos cuatro meses antes, que no se llegó a denunciar. «Nos hemos enterado por La Crónica», dijo.

Consideró Luengo que «la gente hace su vida normal, porque éste es un barrio muy tranquilo, la verdad, lo que no impide que tenga que haber más vigilancia». Y añadió que la policía local viene más durante el día, se la ve más, pero no la nacional y es algo que venimos pidiendo desde hace tiempo, especialmente en horario nocturno», señaló.

Llera mantenía ayer el pulso cotidiano y recuperaba normalidad. El vecindario se recomponía de la sorpresa y la conmoción que supuso conocer que se había producido un intento de secuestro de una menor en sus calles, suceso que, afortunadamente, concluyó sin que la niña sufriera mayores daños, aparte del miedo y la inquietud, el agarrón de la pierna y el estado de ansiedad que presentaba tras el suceso; pero el susto les ocupó.

La familia de la niña que logró huir cuando el secuestrador intentaba arragarla por una pierna para llevársela en un turismo azul, según las indicaciones que facilitó la menor a su familia y a la policía, ha recibido la solidaridad de su vecindario, y ayer mantenían los teléfonos abiertos por si la policía les llamaba para comunicarle algún avance en la investigación, o que había alguna detención, lo que al cierre de esta edición no se había producido, según fuentes de la familia de menor.

Por otro lado, la Policía Nacional continúa con sus labores de investigación tras la toma de declaración a la niña, y mantiene un dispositivo de búsqueda para identificar y detener al autor del intento de secuestro, con los datos aportados por la menor, que ha difundido a los demás cuerpos de seguridad, según ha podido saber este diario. Las señas que dio la menor y que se extendieron por el barrio primero y el resto de la ciudad después, eran que se trataba de un hombre de unos 50 años, calvo, con barba cana, que vestía camiseta blanca y vaqueros y llevaba un coche azul. Al cierre de esta edición no se había producido ninguna detención en relación con estos hechos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía.