La tromba de agua caída ayer por la mañana en Badajoz causó especiales dificultades en el mercadillo, que se celebra en Suerte de Saavedra, porque la abundante lluvia que se produjo a media mañana hizo que se inundara el tramo final de la avenida Antonio Hernández Gil, provocando daños en una treintena de puestos ambulantes, según relataron a este diario los afectados.

El presidente de la Asociación para la Recuperación de Suerte de Saavedra, Antonio Chacón, denunció que no es la primera vez que ocurre este problema, sino que se repite cada vez que llueve en abundancia porque el colector principal que recoge tanto el agua de lluvia como las fecales, "se ha quedado pequeño". Chacón pidió responsabilidades a las administraciones.

Aunque se había anunciado que el día sería lluvioso, los vendedores ambulantes ya están preparados para afrontar el mal tiempo y abrieron sus puestos con los plásticos listos para proteger sus productos. Pero lo que no habían previsto es que la calle se convirtiese en un río y los imbornales no tragasen agua. Antonio Sánchez, que lleva un puesto de zapatos, se lamentaba de que nadie hubiese acudido a ayudarles. El servicio municipal de bomberos informó a este diario de que recibieron el aviso y lo trasladaron a Aqualia porque ellos no pueden hacer nada. Los propios vendedores tuvieron que buscar las tapas de las alcantarillas y levantarlas. Vicente Gutiérrez comentaba que siguen trabajando aunque haya lluvia "por la necesidad", pues llevan meses sin hacer negocio debido al mal tiempo.