El efecto de las lluvias ha provocado el derrumbe del enfoscado de una esquina de la Torre del Ahorcado, en el exterior de la muralla de la alcazaba árabe de Badajoz, que se ha venido abajo dejando visible un enorme hueco y la argamasa del interior.

El ayuntamiento, una vez tuvo conocimiento del hecho, mandó a un técnico municipal, que ahora, según manifestó ayer a este diario la concejala de Urbanismo en funciones, Cristina Herrera, realiza un informe para evaluar los daños y hacer una propuesta de restauración, que se remitirá a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura.

La Consejería de Cultura, por su parte, a la que se le pidió información sobre el suceso y la posible actuación posterior, manifestó a través de una nota que ayer no había recibido comunicación alguna del ayuntamiento, que tiene la propiedad de la alcazaba "y es el que debe pronunciarse" sobre el suceso.

Cristina Herrera afirmó que había conocido el derrumbe y que estaba a la espera de lo que indicaran los informes técnicos y de conocer la magnitud del problema para estudiar una posible solución,

VALDES SE EXPLICA Fernando Valdés, arqueólogo y director de las excavaciones que se han realizado en la Alcazaba, fue el responsable de la restauración de esa parte de la muralla exterior. "Fue en el año 1980 y la diputación contrató a varios obreros para que pudiéramos restaurar esa parte de la muralla, echando el enfoscado, pues no se tocó la argamasa de la parte interior, que esa no se caerá nunca", afirmó ayer.

El arqueólogo explicó también que "se ha caído el enfoscado moderno por efecto de la lluvia, porque está orientado al noroeste, la parte más castigada por el agua y ya por el paso del tiempo, pues tenía muchas filtraciones". Y añadió que "ya hay que restaurar sobre lo restaurado".