A Fernando Gabriel Echávez (Badajoz, 1966), le resulta curioso que le llamen por su nombre de pila, porque en el ámbito musical todo el mundo lo conoce por Gecko Turner. Se siente incomprendido por el público extremeño, pero cuenta que no le preocupa porque no compone "para un sector concreto". La influencia del habla, el paisaje y la cultura extremeña le llevan a triunfar por todo el mundo con su estilo ´afromeño´, que mantiene intacto al tener su residencia en Badajoz.

--Está empezando a preparar el nuevo disco, ¿qué puede avanzarnos?

--Hasta que no esté listo para toda la gente no puedo decir nada. Son ideas que están tomando forma ahora mismo. Espero meterme en un estudio pronto y empezarlas a grabar.

--¿Por qué es más reconocido fuera de Extremadura?

--Casi nadie se hizo eco de mi último disco, y sin embargo sí me llamaron de medios de tirada nacional (El Periódico de Cataluña) o internacional. En mi tierra, por lo que percibo a través de los medios de comunicación, no se interesan mucho mientras haces la promoción.

--¿A qué lo achaca? Quizá no se entienda su musica...

--Aquí lo que yo hago no interesa tanto como lo que hace otra gente. Tal vez no se entienda, pero no creo que la música sea cuestión de entenderla como tal, si no de escuchar algo y que te guste, que te emocione, más allá de que tengas los conocimientos para profundizar en ese estilo musical o que conozcas la lengua en la que canta el intérprete.

--¿Aún confía en ganarse a este público?

--No tengo la esperanza de conquistarlo. Pero es que no enfoco la música hacia un grupo concreto. Sé que la música soul, funky, tiene más arraigo fuera. Aunque en los últimos años ha subido el interés. Por el pelotazo publicitario, comercial, por los discos de Amy Winehouse. Su trabajo ha hecho que el soul se tenga más en cuenta en los distritos comerciales y poco a poco va calando en el gran público. Su muerte alimentará el fuego de los distritos comerciales. Aunque sea por un triste suceso, el soul irá hacia arriba.

--¿Algún concierto para verano por aquí?

--El último que hice en Badajoz fue en el patio de la Biblioteca de Extremadura; también actué en Mérida, con motivo de la feria del libro; y en Miajadas con la banda. E incluso hemos colaborado en un evento que organizó José Manuel Calderón en Villanueva. Ahora están por cerrarse festivales fuera, en Cataluña y en Manchester a finales de septiembre. Pero de todas maneras espero sacar varios conciertos con la banda, más allá de las sesiones que estoy haciendo todos los jueves en La Sala Mercantil, en Badajoz.

--¿Qué encontraremos allí?

--Lo que hacemos son Jam Sessions dirigidas por mí, en las que cuento con músicos que me gustan. Tocamos versiones de jazz, clásicos del funk, del soul, canto alguna canción de alguno de mis discos, improvisamos un tema instrumental... un poco de todo. Una cosita relajada, en plan informal.

--Ahora que los nombra, ¿cómo ve a los nuevos grupos extremeños?

--La verdad es que sé que cada vez hay más, pero la mayoría son de una onda musical que no es mi estilo; sin embargo me consta que cada vez hay más y mejores.

--¿Cómo calificaría su evolución como músico desde el primer trabajo, en 2003, hasta ahora?

--Hoy en día sé que las cosas que grabo tiene muchas más posibilidades de que se editen, que vean la luz. He logrado hacerme un nombre en el panorama musical. La gente, cuando le llegan los discos con tu nombre, ya son más receptivos, he conseguido que cuando el público escucha algo de Gecko Turner lo relacione con cosas positivas.