La Policía Local de Badajoz está preparando la normativa para que el ayuntamiento pacense pueda obligar a los locales y establecimientos de ocio nocturno a que expongan en el exterior en un lugar visible una tarjeta o ficha donde conste un extracto de la licencia que tienen concedida, con datos de aforo y el horario permitido de apertura, entre otros, para que los ciudadanos puedan comprobar en cada momento si estos negocios están cumpliendo con sus obligaciones e incluso para facilitar las denuncias en caso de incumplimiento.

Ésta es una de las medidas que el consistorio expondrá esta tarde en la Mesa de Ruido, según adelantó ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso. El ayuntamiento cree que esta obligación ya existe en estas ciudades y puede que en Badajoz haya establecimientos que lo hagan de forma voluntaria. En estos momentos se está confeccionando una base de datos para saber qué licencia tiene cada local y así facilitar que se pueda llevar un control.

Fragoso comentó que en la reunión de esta tarde el ayuntamiento aportará datos de otras medidas que se han adoptado para el control del ruido en el Casco Antiguo, que ayer no adelantó.

Respecto a las posiciones que mantienen la Asociación Espantaperros y SOS Casco Antiguo en relación a las molestias del Carnaval, el alcalde insistió en que el contenido del bando es el que es, autorizando durante los cuatro días principales la apertura de los locales de ocio las 24 horas, salvo cuatro horas para limpieza y reposición, y permitiendo la instalación de barras en la calle, aunque sin música, a lo que se oponen estos dos colectivos, así como que los artefactos pasen de la avenida Juan Carlos I. A este respecto, el alcalde manifestó que comparte con los vecinos del Casco Antiguo que «el ruido es un problema que debemos tratar entre todos». De hecho, recordó que la declaración de Zona Acústica Saturada fue una iniciativa municipal. A partir de ahí, defendió que él considera que lo que más preocupa a los habitantes de esta zona de la ciudad no es el hecho puntual de una fiesta tan arraigada como es el Carnaval, sino que su problema es «el diario». Por eso su interés es que en la Mesa del Ruido se acuerden medidas para controlar los excesos que soportan de jueves a sábado el resto del año. «Hay que seguir avanzando en que los vecinos tengan garantizado su descanso diario y ser muy estrictos», recalcó y aseguró que la policía local ha intensificado su control, como se pone de manifiesto en la actividad sancionadora.

Sin embargo, hizo hincapié en que al ser el Carnaval una fiesta de calle «marca la excepcionalidad» en la normativa de horarios y de ruidos. Por eso defiende que los bares puedan abrir todo el día y que saquen las barras a la calle, dado que el aforo de los establecimientos cerrados no es suficiente para la cantidad de gente que disfruta de la fiesta, por lo que sería incomprensible que se pusiera como límite la avenida Juan Carlos I, como piden las dos asociaciones. Aunque el alcalde tiene que aceptar que se prohíba música en las barras, reconoció que, personalmente, a él le gustaría que hubiese música en la calle esos días. Porque «el Carnaval de Badajoz es un Carnaval de calle, no nos gustaría que se convirtiese en un comparsódromo o en un murgódromo y para casita todos», sino que es una fiesta de la participación. «El Carnaval tiene la ventaja de que no se trata de imponer, el ayuntamiento en consenso con los colectivos pone los espacios y a partir de ahí cada uno disfruta de lo que quiere y si queremos que venga mucha gente, no podemos encerrarla en los bares, porque no caben».