Pudiera parecer que están locos, por pasar casi 40 horas a la intemperie, con frío, lluvia y viento, sin apenas dormir, con el único propósito de asegurarse un asiento para poder ver actuar a sus murgas favoritas en el teatro López de Ayala. Están locos, pero por el Carnaval, por su afición y porque hacer noche delante de la taquilla de la plaza de toros ya forma parte del espectáculo.

El primero de la cola es Ismael González Cardoso, que llegó el martes a las 19.00 horas, cuando la taquilla no abrirá hasta hoy jueves, a las 10.00 de la mañana. Pero no ha estado solo, sino con un numeroso grupo de amigos. "Es un día muy grande, va a haber mucha gente y queremos ser los primeros". Esa es la razón de su sacrificio , en referencia a que quieren asistir a las actuaciones del martes, porque es el día en que, según ellos, actúan las mejores murgas, sobre todo Vaya lo que viene , "y no nos podemos perder esa murga, por nada del mundo, hay que venir aquí a hacer cola las horas que hagan falta". Son amigos y familiares "y queremos estar con ellos".

Ni cortos ni perezosos montaron una carpa tapada con plásticos, bajo los que cobijarse y, debajo, las mesas y sillas de camping entorno a dos braseros de picón. "Hace hasta calor", comentaba una de las aficionadas. La primera noche fue "tranquila" porque solo estuvieron cuatro, pero anoche se preveía que ya fueran multitud, pues ya por la mañana había una decena de tiendas montadas. "Esto va a ser una fiesta por todo lo alto". Solo en la primera tienda se preveía que estuvieran cuarenta jóvenes, con guitarras y cajas.

Y además son organizados, pues desde que llegan los primeros a la plaza de toros se va confeccionando una lista con todos los que forman la cola, que se pueden ir relevando.