Antonio Melo, propietario de la empresa Luso-Ceutí, a la que un grupo de extrabajadores portugueses reclamaba el pago de salarios atrasados, manifestó ayer que cuatro de ellos están denunciados por robo --a uno le pagó en su momento, pero a los otros tres se negó a hacerlo ayer--. Melo estaba de viaje y volvió varias horas después de que la policía desalojara de la oficina a los exempleados y pagó a cinco de ellos. El empresario dijo que no hay cheques sin fondos, sino que por error los dio su hija sin firmar.

El empresario, portugués que lleva 22 años en Badajoz, asegura que la deuda total era de 1.300 euros y que el cabecilla, "Antonio Alvarez Rodríguez --excapataz--, es uno de los denunciados por robo, por haberse quedado con dinero", así como por "amenazar" a insultar a su hija. Melo negó que sean 34 los empleados que no cobran.