Yolanda Rodríguez, la madre del niño de 9 años que fue violado en Los Colorines por dos menores el pasado mes de septiembre, sigue a la espera de que alguna Administración, ayuntamiento o Junta, le proporcione una vivienda social fuera de la barriada en la que ocurrieron los hechos. Pues sigue viviendo en su piso de la plaza Toto Estirado con su hija de 16 años. "Estoy encerrada en casa y no me atrevo a salir porque me da miedo", según ha manifestado a este diario.

La mujer asegura que "veo desde mi ventana el lugar en el que le hicieron eso a mi hijo". E insiste en que "no salgo nada más que cuando viene mi madre a por mí, las mañanas que puede, para que pase el día con ella en su casa y luego me trae por las noches, con la niña; cuando no puede, me quedo encerrada en el piso", afirmó.

Por su parte, el niño sigue viviendo con su abuela en otro barrio de la ciudad, en uno de cuyos colegios ya está escolarizado. "Y va mejor, según me dicen, porque antes no quería salir de casa ni quería ver a nadie, y ahora habla y se relaciona con los demás niños", cuenta la madre. No obstante, añade que "eso es por el día, porque por las noches sigue inquieto y se despierta angustiado y con pesadillas. Por eso le han aumentado el tratamiento", explicó, ya que el menor sigue en tratamiento psicológico.

La mujer sigue a la espera de que en algún momento le avisen de que hay una vivienda libre. Ella dice haber visto varias en Cerro de Reyes que son propiedad del ayuntamiento, "pero me dicen que no hay disponibles aún, y que las que tienen en el Cerro no están habitables y no hay dinero para arreglarlas".

Yolanda Rodríguez salió hace unas tres semanas del Hospital Infanta Cristina, donde permaneció en observación después de que su hija la encontrara en su casa, cuando llegó del instituto, con una sobredosis de pastillas y con cortes en los brazos. "Fue mi hija, que avisó a un vecino y me llevaron al Infanta en un coche; me quisieron ingresar en Psiquiatría, pero yo pedí el alta voluntaria", aunque sigue en tratamiento psicológico, contó a este diario.

Los dos menores que fueron detenidos como presuntos agresores sexuales continúan ingresados en el centro Marcelo Nessi, mientras que el niño fue llamado a testificar en una comparecencia que "fue grabada para que no tenga que volver a declarar", manifestó Rodríguez.