Es la noche de San Juan la más larga del año y la madrugada del viernes al sábado fue en Badajoz la más intensa como comienzo de feria para los miles de pacenses que se congregaron en el recinto ferial, sin agobios, y que continuaron la fiesta hasta bien entrado el día, porque en muchas casetas todavía había gente divirtiéndose pasadas las 8.30 de la mañana de ayer. Afortunadamente, la noche transcurrió sin incidentes dignos de mención, salvo algunas peleas mañaneras, según fuentes policiales.
El pistoletazo de salida no pudo ser más espléndido. Más de 40.000 personas se congregaron entre los puentes Real y de la Universidad para observar en primera fila los espectaculares fuegos artificiales, que aunque empezaron unos minutos tarde, se prolongaron media hora y provocaron ovaciones y aplausos en los finales.
El concejal de Tráfico, Alejandro Ramírez del Molino, confirmó que sólo al término de los fuegos se produjo una aglomeración y la policía tuvo que organizar dos cortes intermitentes de la avenida de Elvas y derivar el tráfico por la autovía. Pero a lo largo de toda la noche el tráfico fue fluido y en la rotonda más complicada, de entrada al recinto ferial, no se produjo ninguna retención.
Larga fue la noche también para los voluntarios que atienden el puesto sanitario avanzado de Cruz Roja en el ferial, desde las diez de la noche hasta bien entrada la mañana. Según informó la organización, atendieron a 24 personas, aunque nada especialmente grave. Hubo dos intoxicaciones etílicas, que en ambos casos, eran menores de edad. Cuando esto ocurre, desde Cruz Roja se avisa a los padres, que recogen a sus hijos en el puesto.
SANDALIAS De las 24 personas atendidas, dos fueron derivadas a un centro sanitario. Uno presentaba una herida en el labio, provocada por un puñetazo en una pelea, según contó el afectado. El otro fue para hacerse un estudio radiológico del dorso del pie. Jesús López Santana, de Cruz Roja, quiso ayer llamar la atención sobre la cantidad de chicas que llegan al puesto con heridas en los pies, como consecuencia de no llevar al ferial un calzado apropiado.
La fiesta siguió todo el día en los bares de casco antiguo, Santa Marina y San Roque.
