Los trabajos que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) viene realizando desde el pasado año en el tramo urbano del río se han visto afectados por las lluvias caídas en diciembre y a principios de enero, que han inundado el azud y la zona de El Pico, dos de los puntos donde se concentraban las actuaciones.

Esto ha frenado el avance de la obra, de la que ya se ha ejecutado más del 15% y que está previsto finalice en el 2012. Tampoco se han podido adelantar las plantaciones de árboles ni contratar más mano de obra, como había previsto la CHG para ir ganando tiempo, según manifestó en agosto el presidente de esta institución, Eduardo Alvarado, en una visita a las obras.

Las lluvias de diciembre aumentaron el caudal del río, lo que obligó a los operarios a parar en el tramo del brazo Jamaco --un brazo natural del río cegado por la tierra-- que se ha abierto, y ahora se intentarán retomar los trabajos en el Revellín del puente de Palmas, las traseras del camino viejo de San Vicente y la plataforma situada entre el puente de la Universidad y el puente Real, según Alvarado.

Para el presidente de la CHG, "estas incidencias son las lógicas del tiempo, que hizo que en diciembre se complicasen bastante los trabajos porque las precipitaciones se intensificaron y no se podía seguir trabajando". Prueba de ello es que de los 30 metros cúbicos por segundo se llegó en algunos momentos a 800 metros cúbicos, aunque es una cantidad alejada de los 1.500 que se alcanzaron el pasado año, en el que las lluvias se prolongaron hasta mayo.

"Ahora en enero se irán retomando los trabajos a medida que vayan bajando los niveles del río". Continuarán con la recuperación del hornabeque del puente de Palmas, una fortaleza o revellín del siglo XVII incluido en este proyecto y en el que ya se han eliminado la basura y los restos de tendidos eléctricos que estaban adheridos a sus paredes.

También se eliminó el eucalipto de gran tamaño que había en su interior y se inició el enfoscado. Se recuperará el entorno y la antigua fuente de la Rana que está en el foso del hornabeque.

Sin embargo, reconoció que "habrá que esperar para entrar porque la zona de los alrededores está aún poco tratable, poco compactada, debido al agua caída".

En las traseras del camino viejo de San Vicente se seguirá con el acondicionamiento de esta zona para que tenga el mismo tratamiento que el resto del parque. "La comisión mixta de seguimiento no ha determinado aún qué pasará con las edificaciones que han quedado pegadas al perímetro del parque", según señaló.

La plataforma que va del puente de la Universidad al puente Real será una de las zonas más visibles de ajardinamiento, aquí se podrán ver instalaciones para el riego, caminos perimetrales, pistas deportivas y otras instalaciones. En esta zona, donde aún no se han terminado de resolver las expropiaciones de algunas construcciones, habrá que "ajustar el ritmo de los trabajos".

EN MARZO, PARADA BIOLOGICA Alvarado reconoció que se intenta avanzar todo lo que se puede, teniendo en cuenta que de marzo a agosto se volverá a frenar el ritmo de la obra por la obligada parada biológica, ya que se trata de una zona protegida.

"Aunque la protección afecta a todo el conjunto del río hay zonas más sensibles y menos, las más afectadas son la parte central y los dos azudes, mientras que la zona entre puentes de la margen derecha es una de las menos sensible, ya que es más urbana y hay menos vegetación", explicó.