La delegación de Manos Unidas en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz apeló ayer a la solidaridad de los ciudadanos para que colaboren en la financiación de la decena de proyectos que la oenegé tiene previsto desarrollar este año en 9 países por valor de más de 500.000 euros.

La delegada de Manos Unidas en la diócesis, María Isabel Olivera, acompañada por la responsable de Comunicación, Inés María Guisado, el encargado de Proyectos, Juan Novillo, y el consiliario diocesano de la oenegé, José Antonio Salguero, presentó la nueva campaña que tiene como objeto, además de recaudar fondos, sensibilizar sobre la necesidad de acabar con el hambre en el mundo. "Primero se llega al corazón y luego a la cartera, que está muy cerca", recordó Olivera.

Entre los proyectos que se acometerán con los fondos recabados en la diócesis, según desgranó Novillo, se llevará el agua a poblaciones rurales de Burundi, con la construcción de 11 fuentes de las que se beneficiarán directamente 5.000 personas e indirectamente hasta 40.000. Además, se construirán dos internados en la India; dos aulas infantiles en Benin; un centro de salud en Angola; un centro de promoción de la mujer en Senegal; y talleres para generar ingresos en la población femenina en barrios marginales de Colombia. También se dotará de un equipo de diagnóstico a una clínica popular de El Salvador; y se desarrollarán acciones para la inserción socioeconómica de las prostitutas en el Congo.

Manos Unidas ha preparado varios actos para el 6 de febrero con motivo del Día del Ayuno Voluntario. Habrá una eucaristía presidida por el arzobispo, Santiago García Aracil, en la catedral a las 19.30 horas (antes repicarán las campanas) y después se celebrará una cena simbólica, con un vaso de agua y un trozo de pan. Las colectas de ese fin de semana en las distintas parroquias se destinarán a la oenegé y un misionero visitará colegios e institutos de la ciudad para ofrecer su testimonio el jueves y el viernes.