El portavoz municipal de IU, Manuel Sosa, no entró ayer a valorar las cuestiones personales que han llevado Miguel Celdrán a renunciar a la alcaldía, pero reiteró que esta decisión no ha sido una sorpresa porque --dijo-- "ya lo intentó en la legislatura pasada e, incluso, en la anterior, tras la crisis que hubo con Monterde". A su juicio, la dimisión responde a una "operación política, medida y pensada, para dar paso a quien le suceda, que todos imaginamos que será Fragoso, con la idea de que tenga un rodaje durante dos años" de cara a las próximas elecciones municipales.

MAS CRITICAS Sosa criticó que para cumplir con esta "estrategia política", Celdrán se marche dejando asuntos sin resolver, como los 1,8 millones por el Canal de Badajoz, a pesar de que "él fue quien inició todo el proceso", o el conflicto del párking de Conquistadores, "que huele muy mal".

Para el portavoz del IU, en la decisión de Celdrán también ha pesado la situación que está viviendo el PP a nivel nacional, ya que el hasta ayer alcalde "no quiere verse arrastrado por el desgaste que está teniendo su partido".

Según Sosa, la marcha de Miguel Celdrán no es sinónimo de cambios en el gobierno de la ciudad, puesto que Fragoso comparte su "ideario". "Si acaso cambiarán las formas, porque Miguel tiene un sentido del humor característico, ofensivo incluso, y Fragoso tiene un porte distinto", apuntó.