El edificio propiedad de Renfe que ocupaba el Centro Hermano de transeúntes, gestionado por Cáritas, ya no existe. La pala de una excavadora concluyó ayer su derribo, sin que hasta la fecha se haya dado una solución al problema de los sin techo, que comienzan a proliferar por el centro y otras zonas de la ciudad. La UTE formada por Renfe y Osuna desarrollará un plan de 450 viviendas y una plaza, junto a la estación de ferrocarril y al edificio de Correos.

Cáritas sigue a la espera de que la universidad responda si, finalmente, le facilitará un lugar donde albergar el centro, como prometió el rector. El centro cerró cuando albergaba a 18 personas, de las que 4 fueron reubicadas y 14 quedaron en la calle.