El Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de la calle Prim que aprobó el Ayuntamiento de Badajoz en 1998, con cambios posteriores, y que suponía reordenar una manzana de edificios antiguos en el espacio más céntrico de la ciudad como prolongación de la calle Mayor hasta Puerta Palmas, no solo no ha concluido quince años después, sino que el aparcamiento provisional que gestiona la Asociación de Desempleados de Badajoz (Adeba) en el erial que sigue siendo esta manzana, se ha convertido con el paso de los años en un servicio permanente. Tras el auge inmobiliario que elevó esta zona a la más demandada y cara de la ciudad y tras años sin movimiento debido a la crisis, de nuevo han vuelto las máquinas a la calle Prim, no para demoler, sino para construir un edificio de viviendas en el perímetro de lo que en un futuro deberá ser una plaza sobre un aparcamiento subterráneo.

Los trabajos se han iniciado hace varias semanas y el edificio, de 27 viviendas, está promovido por la empresa Oramba. Se trata de un bloque de cuatro alturas más el ático. Seis años han transcurrido desde que el solar donde se ubica este nuevo inmueble fuese limpiado pues el antiguo se derribó en el 2007, según recordaba uno de los trabajadores de la obra. La crisis de la construcción frenó en seco el proyecto. Las primeras obras en Prim empezaron en agosto del 2003 y en febrero del 2008 se abrió la calle con cuatro carriles.

Del plan de recuperación ya se han construido los cuatro edificios con fachada a Santo Domingo y aún queda un hueco, el que sirve de entrada para el aparcamiento de Adeba. Otros tres bloques se levantaron en la acera izquierda de Prim y quedan en pie dos edificios antiguos alineados con la calle Abril. En la acera derecha de Prim, ya se desocupó el inmueble de la esquina, donde estaba el ultramarinos de Marcelino Antúnez, pero el anexo está habitado y queda un solar vacío de Gocaiba, con un cartel que parece anunciar que su construcción está próxima.

Ni para los vecinos que se decidieron a comprar allí su vivienda en una zona en expansión ni para los comerciantes que preveían asentarse en una extensión comercial de Juan Carlos I se han cumplido las expectativas. Aun quedan locales vacíos en el edificio que hace esquina con la calle Espronceda.

Para los comerciantes allí asentados el principal problema de la zona es la falta de aparcamiento. Maribel Cisneros, de Dekasa, se queja amargamente de que ahora, con la obra del nuevo bloque en construcción, a Adeba le quitan la mitad de las plazas disponibles, además de que la Policía Local esté "continuamente vigilando y multando" a quien aparca un instante.

Nieves Salgado, empleada de la tienda de trajes de ceremonia de Rosa Clará, coincide en que cuando el negocio se instaló en esta calle hace 5 años, su jefe contaba con que estaba previsto un aparcamiento subterráneo "que nos va a venir al pelo". "¿Sabes lo que es una novia dando vueltas y vueltas buscando un hueco y tenga que llamarnos porque se retrasa? , se lamenta.

Del aparcamiento de 180 plazas no hay noticias recientes. Lo último que anunció el alcalde fue que se volvería a sacar a concurso la concesión, después de que el primer adjudicatario (la UTE formada por GEA-21 y AGG Occidental, está última del grupo Gallardo) no llegase ni siquiera a firmar el contrato. Cabría incluso la posibilidad de que antes se urbanice la plaza en superficie, sin esperar a que haya una empresa interesada.

El presidente de Adeba, José María Morujo, cree que por lo menos hasta el 2014 seguirán teniendo hueco para aparcar. Todo depende, dice, de que "se reactive la economía". Adeba se ha ido adaptando a la obra, primero a los derribos y luego a las edificaciones, "pero no ha sido de la envergadura que se esperaba", reconoce Morujo.