Más de 200 vecinos de la margen derecha se concentraron ayer por la mañana junto al centro de salud de El Progreso para exigir al ayuntamiento que cumpla sus compromisos en materia de limpieza y sus barriadas se vean libres de basura.

Con pancartas y el verde como color predominante, reivindicaron que se lleven a cabo las actuaciones anunciadas en su día como el vallado de los solares vacíos, la mejora de la limpieza de calles y el control de la policía local para instar a los ciudadanos a que acaten la ordenanza, especialmente en lo que se refiere a los horarios para sacar la basura.

"Prácticamente nada de lo que pedimos se ha cumplido", lamentó Ricardo Cabezas, portavoz de la Comisión de Salud de la zona de El Progreso, convocante de la concentración. Los solares siguen sin vallarse, la limpieza de las calles deja mucho que desear --solo hay 6 barrenderos para toda la margen derecha, según los vecinos-- y no se ha materializado ese control policial. "Con una sola sanción que sirviera de ejemplo, bastaría", reprochó.

Mientras que el ayuntamiento se comprometió a tomar estas y otras medidas, la responsabilidad de la comisión era llevar a cabo tareas de concienciación para que los vecinos se implicasen en la limpieza de sus barrios. Cabezas defendió que ellos han cumplido su parte y exigió que el ayuntamiento mueva ficha.

Los vecinos se quejan también de la distribución de los nuevos contenedores. Ponen un ejemplo: en la avenida Padre Tacoronte hay "9 contenedores en 200 metros", mientras que para todos los vecinos del Gurugú y Colorines hay un número similar o incluso menor. Creen que este "caos" se debe a la falta de previsión, pues no entienden que si se sabía que los contenedores eran de mayor tamaño que los antiguos, no se haya tenido en cuenta con antelación que en muchas calles no podrían instalarse en el mismo lugar.

Esta es la tercera concentración que convoca la Comisión de Salud, integrada por asociaciones vecinales, centros de promoción de la mujer, colegios, Csif, el centro de salud, las comunidades musulmana y gitana y las parroquias, para reclamar unos barrios limpios. No será la última, aseguraron ayer.