TEtltúnel de Miravete es para los extremeños símbolo de salir de Extremadura y encontrarte cerca de Madrid. Será por ello que los políticos extremeños mencionan mucho estos días al túnel para referirse a la influencia que las negociaciones para formar gobierno en Madrid pueda tener en Extremadura. Aquí toca hablar ahora de presupuestos. Y aunque elegir al presidente del Gobierno y aprobar unas cuentas se parezcan tanto como el tocino y la velocidad, cierto es que está condicionado algunos de los necesarios acuerdos. No se entiende de otro modo la postura de Podemos en Extremadura. Han llegado a presentar dos enmiendas totales e, incluso, anuncian que no participarán en el debate de las iniciativas parciales. ¿Qué ha cambiado desde aquellas negociaciones bajo toldo que hicieron posible la presidencia de Vara? Sin embargo el PP de Monago si parece dispuesto a dar luz verde a las cuentas extremeñas. Los populares han sabido plasmar su política liberal en el borrador de Presupuestos. Monago recupera así una imagen de político dialogante y líder de un partido de gobierno. Y Vara tiene aprobadas unas cuentas que le permitirán hacer gran parte de su política. Todos contentos. La contienda más allá de Miravete parece que tampoco va a hacer mella en la aprobación de los presupuestos municipales en Badajoz.

El Partido Popular de Fragoso solo necesita el apoyo de un grupo de la oposición y todo indica que Ciudadanos está dispuesto a dárselo, aunque no se lo va a poner fácil. De todos es sabido la tenacidad y el mucho tiempo que Luis García Borruel, líder del partido naranja en la capital pacense, le dedica a su labor de oposición.

Habrá que de nuevo comprobar la habilidad del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Badajoz para encajar las exigencias de Ciudadanos, pero sería un ejercicio de coherencia ya que ambos llegaron a un acuerdo de gobierno al inicio de la legislatura. Hay que aplaudir allí donde los partidos sepan llegar a un acuerdo que beneficie a los ciudadanos sin tener en cuenta posiciones partidistas. Una delgada línea de entendimiento que saltará por los aires de producirse unas nuevas elecciones.