El López de Ayala retoma «el teatro de texto de autor extremeño» con el estreno de Laberinto: Anatomía del presente, un thriller psicológico de Marino González, que indaga sobre el lenguaje teatral y que pondrá en escena De la Luna Teatro el 16 de enero, a las 21.00 horas, con dirección del propio autor e interpretada por Ana García, Paca Velardiez y Jesús Manchón.

«No es que no haya autores, los hay muy interesantes, pero las compañías no están apostando por estos autores», manifestó ayer Miguel Murillo, director del López de Ayala, al presentar la obra junto con González y Velardiez. Dijo que es «un texto muy interesante, por su calidad y estructura teatral»; e invitó «a ver su puesta en escena como espectáculo y analizarla después desde su lectura». Además, destacó el papel de la mujer en el teatro, «con grandes actrices como Paca Velardiez».

De la obra, «cargada de poesía y música, rebosante de atrevimiento, riesgo y modernidad», y presentada ya en varias poblaciones de la provincia, es «responsable De la Luna Teatro de principio a fin --desde la edición--; apostamos por el teatro de texto y lo reivindicamos, no solo teatro de texto, sino un lenguaje teatral de convención literaria; y no solo para ser leído, sino también representado», afirmó González.

Señaló que se trata de «un teatro un poco olvidado» y un lenguaje «poético no usado desde hace muchos años, que uno encuentra en muy pocas ocasiones, pues prácticamente se había perdido con la Generación del 27»,

Definió Laberinto: anatomía del presente como «una obra al modo clásico, una tragicomedia clásica en cinco actos que recupera el lenguaje poético, que cobra todo su sentido en el momento en el que los actores se suben sobre las tablas», y cuyo libreto lleva 700 notas «para que el público haga su propia composición». Dijo que como director ha intentado ser «lo más naturalista posible por cercanía al público»; que la obra es «existencialista, continuación de Muerte por ausencia, y aborda temas actuales como la postverdad». González consideró que la obra está «llena de poesía» y que es «muy exigente con los actores, que no faltan un mito de la escena y tienen que cantar».

Paca Velardiez expresó, tras indicar el autor que escribió el texto penando ya en ella para su papel, que «ha sido fantástico trabajar este personaje, un reto trabajar desde la verdad, que me ha dado la mayor satisfacción».