Mario Alonso Puig participó en una convención de Caja Extremadura, en Badajoz, y habló para este diario.

--Ha intervenido en una convención de Caja Extremadura. ¿Qué opina sobre su proceso de fusión mediante un SIP?

--Me parece que tiene mucho sentido, un tremendo sentido.

--¿Qué es la creatividad empresarial y liderazgo para usted?

--Liderazgo es difícil de matizar. Es la capacidad de hacer aflorar lo mejor de una persona y ayudar a que los demás hagan lo mismo, a tener ilusión por el mundo al que pertenecen, que lleven su visión del mundo a la abundancia y la prosperidad. Y la creatividad es la capacidad de ver las cosas desde un ángulo diferente que permite ver ventanas donde antes veíamos muros.

--¿Este discurso es un modo del capitalismo de adaptarse a una nueva realidad, o una piel de cordero para tiburones?

--He escuchado hablar de personas y de valores. Creo que cualquier empresa que se preocupe por las personas, que valore lo que cada una puede aportar, conseguirá que vayan más ilusionadas a trabajar y los beneficios económicos serán mayores. Es la generación de un mundo de abundancia para todos, no solo para unos pocos.

--Parece ya un lugar común decir que una crisis es una oportunidad para los más creativos ¿Qué mecanismos se pueden poner en marcha para hacer de un slogan algo productivo?

--Creo que de boquilla decimos muchas veces que las crisis son oportunidad, pero nuestra conducta en el fondo no demuestra que es así. La crisis abre espacios de oportunidad para ver si lo que hacemos es lo que realmente importa. ¿Estamos generando espacios de comunicación sincera para que las personas expresen lo que sienten y necesitan? ¿Generamos un sentido de pertenencia? Si no aprovechamos esta situación y abogamos por el sentimiento de equipo volveremos a tener otra crisis en pocos años.

--Es usted cirujano, gestor hospitalario, experto en recursos humanos y sofrología, ¿cómo combina el conocimiento y la experiencia en estos campos para enseñar liderazgo?

--La eficiencia que expresamos en cuanto a decisiones, resultados y conexiones con otras personas depende muchísimo de cómo percibimos las cosas, de nuestra relación con el mundo y con otros seres humanos. Eso a su vez tiene una conexión crítica con el cerebro. Sabemos que influye el estado emocional en el nivel de eficiencia. Por eso, al saber cómo afecta la emoción al análisis, se puede comprende mejor cómo facilitar que cada colaborador pueda desplegar lo mejor que hay en su interior.

--¿Conoce el efecto de sus intervenciones? ¿Se puede hacer un líder de alguien que no se siente como tal?

--Con frecuencia mantengo conexión con las personas con las que he estado. Hay dos o tres cosas que les impactan y generan cambios en sus conductas. Pero no soy yo quien causo eso, lo hacen ellas mismas, no lo que digo, que solo les ayuda a reflexionar sobre aspectos en los que no se habían parado a pensar. Lo primero es desmitificar es el concepto de líder como si fuera un ser superior. Para mí es alguien a quien importan los demás y quiere contribuir al desarrollo de otros seres humanos, en las familias, colegios, empresas. Busca servir y no ser servido. Cualquier persona puede ejercer un liderazgo, no por popularidad, sino por creación de nuestras posibilidades. No te sientes líder por ser ser especial. Todos llevamos un líder dentro esperando para que aflore.

--¿El sistema actual que mundo de la empresa, las finanzas y líderes de otros campos modificarán su insaciabilidad cuando concluya la crisis, o comenzará un nuevo periodo de rapiña con un nuevo discurso?

--Creo que el aprendizaje que tenemos que sacar es que el ser humano es un fin en sí mismo, no un medio para otra cosa, porque se convierte en un objeto. A menos que pongamos en el centro al ser humano y no al dinero, nos volverá a pasar lo mismo, con más crudeza. Veo algunas empresas donde antes había un clima muy duro, que se atacaba, se dificultaban las tareas, que se han dado cuenta de que no es el camino y están modificando su mentalidad y su actitud. Otras empresas creen que solo es una crisis financiera; están profundamente equivocadas. Si no se pone a la persona en el centro volveremos a tener ese problema.