Con el lema Soy Marisa se celebraron ayer por la mañana multitud de actividades en el paseo de San Francisco organizadas por el colegio de Badajoz que atrajeron a numerosas familias con sus hijos vinculadas al centro educativo. Según explicó el director, Gregorio Bartolomé, el objetivo es crear una red asociativa de la comunidad Marista, que aglutine a los antiguos alumnos, padres, profesores, monitores y catequistas para promocionar actividades o celebraciones importantes, como el próximo bicentenario de la fundación. Todos pudieron obtener un carnet, que ayer se estuvo confeccionando en estads instalados en la plaza, con el que además de identificarse como Maristas, los titulares pueden beneficiarse de descuentos en tiendas que se han unido a una red asociativa de Badajoz en torno a esta misma causa. "Es una forma de que todos salgamos beneficiados: la ciudad por una parte, la comunidad marista y con el beneficio se promocionarán las actividades que vayamos a organizar". Además, paralelamente quieren promocionar con orgullo el nuevo pabellón deportivo con el que va a contar el centro educativo y que están construyendo.

Los Maristas llevan 86 años en Badajoz y por su colegio, que en su origen se ubicaba en el Casco Antiguo, han podido pasar más de 11.000 alumnos. Según su director, "el que es Marista, lo es para toda la vida". Ayer se pudo comprobar en San Francisco, donde un antiguo alumno se acercó con el boletín de notas de hace 40 años, ahora vive en Madrid y viajó hasta Badajoz para participar expresamente en esta actividad.

Los Maristas ha resonado las últimas semanas por problemas que ha habido en otros colegios. Bartolomé remarcaba que al centro de Badajoz no les afecta, porque "son situaciones muy concretas" que pueden darse en comunidades tan amplias como la de los Maristas. "Nosotros lo tenemos muy claro, estamos por encima de todo con la protección del menor".