Más de 2.000 personas participaron ayer en la segunda edición de la San Silvestre Pacense que, de nuevo, se convirtió en una cita festiva a la que muchos corredores acudieron ataviados con disfraces. Los participantes superaron con creces a los del 2012, cuando Badajoz recuperó esta competición navideña tras años sin celebrarse. Javier Echave, en categoría masculina, y Estefanía Domínguez, en femenina, fueron los ganadores por segundo año consecutivo.

Los 2.300 dorsales previstos por la organización se agotaron, según José Manuel Muñoz, de la Asociación Deportivo Solidaria Extremadura Natural, que organiza esta prueba con el patrocinio de la Fundación Municipal de Deportes (FMD) y el Centro de Implantología, Cirugía Oral y Maxilofacial (Cicom) del doctor Florencio Monje. La cita, además, tiene carácter solidario y la recaudación obtenida este año a través de las inscripciones, una vez se cubran los gastos, se entregará a Cruz Roja. Muñoz estimó ayer que la aportación alcanzará los 6.000 euros. La oenegé destinará este dinero a la campaña Ahora más que nunca , que en Badajoz atiende a 1.275 familias con alimentos, a otras 238 con ayudas y prestaciones y a 314 niños con material y apoyo escolar.

La música en la plaza Alta --la salida y la meta se fijaron en el Arco del Peso-- recibía a los corredores y acompañantes. Este año, por primera vez, hubo un concurso de disfraces: el individual lo ganó un participante vestido de Superman y el colectivo, un grupo de pitufos. Hubo quienes solo añadieron a su ropa deportiva un gorro, unas gafas o unos cuernos de reno, pero otros fueron más atrevidos. Es el caso de Jesús Díaz y sus amigos, que recuperaron un disfraz de Carnaval de roscón de reyes. "De los cinco roscones, el año pasado vinimos tres. A alguno lo perdimos anoche", bromeó este corredor que tenía claro que en esta carrera, "ganar es pasarlo bien".

Eso era lo que pretendían también Dori Vázquez y Marcelino Núñez que, junto a otros amigos, eligieron vestirse con el chándal del equipo olímpico español para hacer el recorrido --bandera de los Juegos Olímpicos incluida--. "Nos juntamos de toda la vida, nos gusta mucho el Carnaval y hemos querido despedir el año corriendo. Nos apetecía mucho participar", comentó Dori Vázquez. "Queremos apoyar esta iniciativa, porque en Badajoz hay pocas pruebas atléticas y hay que volcarse al 100% y empujarla", añadió Marcelino Núñez.

También unos 50 alumnos de la escuela de judo Javier Lindes participaron en la carrera con sus kimonos "porque es una forma divertida de despedir el año y, además, una actividad deportiva y solidaria".

José Manuel Muñoz mostró su satisfacción por la elevada participación en la carrera --que, según la policía local, se desarrolló sin incidentes-- y confió en que en el 2014 se alcancen los 3.000 corredores.