La IX edición de Vive el Verano en Castelar cuenta con más niños que en años anteriores. Desde el pasado día 22 de julio se viene celebrando en el parque Castelar el programa de Vive el Verano en Badajoz , y con respecto a años anteriores acuden a sus actividades una media diaria de un centenar de niños más.

Cada mañana se acercan hasta el parque de 300 a 350 niños, cuando el año pasado la media diaria era de 250. Así lo contaba a EL PERIODICO Mercedes Sánchez Talavera, una de las coordinadoras de monitores de los más de 40 talleres que hay. Declaró también que uno de los motivos por los que la afluencia es este año superior, es porque las temperaturas están siendo más llevaderas, "sólo ha habido días de mucho calor la semana pasada".

"La gente se ve contenta, se le da mucha publicidad, cada día asisten más niños", dijo Sánchez. "Muchos días, a partir de las doce de la mañana están los talleres que no pueden dar abasto, es impresionante".

Hasta el puesto de información acuden todos los días niños a preguntar qué es lo que tienen que hacer para poder participar en los diferentes talleres, sin saber que no es necesario una inscripción previa. "Los monitores cogen a los 12 primeros que llegan al taller, y los que no pueden realizar la actividad en ese momento se les cita a una hora para que vuelvan más tarde, incluso hay días que los niños han querido participar y no han podido porque estaba toda la mañana ocupada", explicó.

OTRO PARQUE IGUAL La coordinadora afirmaba que para acoger a todos los niños que se acercan hasta Castelar todas las mañanas sería necesario otro parque igual. Y los talleres se quedan cortos, pero por espacio físico no hay posibilidad de aumentarlos, pues está todo el espacio ocupado.

"Están aprovechadas todas las zonas de sombra, y un taller al sol no se puede poner, ni por los monitores ni, mucho menos, por los niños". Pero los padres "reclaman más talleres". Pilar Morato, madre de una niña, dijo que "con diferencia, este año hay menos casetas, menos talleres y me ha gustado más otras ediciones que ésta, porque había más entretenimiento".

Uno de los monitores, Carlos Recio, está asombrado del éxito que tiene su taller; es el de los pulpos, que contaba con un presupuesto inicial para comprar material y han tenido que empezar a utilizar sustituyentes más baratos. "En este taller tenemos todas las mañanas aproximadamente a unos 40 niños", dijo, y aclaraba que en estos días había flojeando la afluencia aunque no en su taller. Los niños coinciden en que se lo pasan igual de bien todos los años, y en que hay siempre mucha gente, como decía Marcos Santos.