Si es culpable, que caiga sobre él todo el peso de la ley, pero ante todo está la presunción de inocencia, que no se está respetando, sino que se está haciendo un juicio paralelo". El argumento lo repetían ayer padres, alumnos y profesores del colegio Ramón Izquierdo en la concentración de apoyo a Francisco Javier López Luna, quien fuera director del centro pacense entre el 2006 y el 2011 y que ayer pasó su tercera noche en los calabozos de la comisaría de Cádiz acusado de supuestas agresiones, amenazas y tocamientos a más de cuarenta alumnos del colegio de los Salesianos que dirigía en esta última ciudad.

Más de 200 personas --muchos de ellos niños con mensajes de apoyo escritos en cartulinas y folios-- se congregaron a la entrada del centro para defender su inocencia. "No pensamos en absoluto que sea culpable de lo que le están acusando. Creemos que lo están linchando", afirmó Sol Martínez, cuyos hijos estudiaban en el colegio cuando Luna fue director. "Javier se fue llorando y los alumnos se quedaron llorando cuando se fue", decía para resumir su paso por el colegio pacense, al mismo tiempo que aseguró que jamás tuvieron constancia de un castigo severo o comportamiento inadecuado por su parte.

"Simplemente queremos que si hay pruebas, se demuestre algo. Aquí ha dejado una huella muy grata y no nos lo podemos creer. Está habiendo un juicio paralelo y están yendo a por él por ser cura, salesiano o lo que sea", añadió Javier González.

También María Illán, alumna durante la etapa de Luna como director se quejó del trato que está recibiendo el sacerdote. "Ha sido un docente ejemplar con nosotros y solo tenemos la esperanza de que se haga justicia", dijo. "Mientras que no se demuestre nada, no se puede tratar así a una persona. Mis tres hijos han estudiado aquí y jamás han tenido un problema ", añadió su padre, Vicente Illán.

El actual director de los Salesianos en Badajoz no respondió a las llamadas de este diario.

El juez decidió ayer por la tarde prorrogar la situación de detención del sacerdote, debido al cúmulo de trabajo del juzgado de guardia y a la complejidad de las diligencias del caso. Por ello, ordenó su regreso a los calabozos y hoy está previsto que declare de nuevo. La policía ha identificado a otros 30 menores que podrían haber sido víctimas de sus abusos y que se sumarían a los catorce que, hasta el momento, han presentado una denuncia formal por haber sufrido castigos corporales, tocamientos o amenazas del acusado.