Ya no es el verde sino el rosa el color de la esperanza, la de todas aquellas mujeres que ante un diagnóstico inesperado y un difícil tratamiento, no dejan de luchar por la vida. Con motivo del Día del Cáncer de Mama y por tercer año consecutivo, la delegación en Badajoz de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), organizó en la plaza de Conquistadores una multitudinaria masterclass de zumba. Cientos de mujeres acudieron ayer a la convocatoria, con sus camisetas blancas de flecos con el lema en rosa, que la AECC llevaba vendiendo desde julio para esta cita. Se repartieron todas: 1.200. «Hubiésemos vendido hasta 2.000, porque la última semana ha sido de locura», comentaba Lola Alonso, de la AECC. El objetivo de esta clase magistral era, además de un fin recaudatorio, «movilizar y sensibilizar».

Entre las asistentes había mujeres que han sufrido o padecen esta enfermedad, también sus amigos y familiares. Allí estaba Teresa Verdejo. El día 6 de octubre se cumplieron 3 años desde que se operó. Se notó un bulto al que no hizo mucho caso y en la revisión del SES se lo detectaron y la llamaron para más pruebas. Continúa en tratamiento y los ojos se le ponen acuosos cuando echa la vista atrás, aunque afirma que se encuentra bien. «La gente me ha ayudado mucho, los médicos y las enfermeras se han portado conmigo muy bien», comentaba. A otras que pasen por lo mismo les aconseja «que no tengan miedo, porque se supera».