La geriatría es un sector en alza dado el envejecimiento de la sociedad y el creciente número de personas que necesitan cuidados propios de la tercera edad, lo que ha hecho que en poco tiempo, en Badajoz casi se haya duplicado el número de plazas disponibles en residencias para las personas mayores, especialmente en el ámbito privado, pues en el público la situación es la misma desde que se abrió la residencia de La Granadilla, la única que hay en la ciudad dependiente de la Junta de Extremadura.

La oferta para personas mayores en geriátricos, en Badajoz, es de 850 plazas en total para personas válidas y dependientes, contando las seis residencias que desarrollan su labor en la ciudad. De ellas, solo es pública La Granadilla, que con 180 plazas está siempre ocupada al cien por cien de su capacidad y con una larga lista de espera.

Hay dos privadas pero llevadas por instituciones sin ánimo de lucro, como las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que llevan la residencia de Nuestra Señora de la Soledad, antiguo asilo, en La Granadilla, con 210 plazas --180 ocupadas--; y la de Lisardo Sánchez, de P. Maiquetía, más pequeña y que se encuentra en la carretera de Bótoa, con 40 plazas, 38 ocupadas.

EMPRESAS Los geriátricos gestionados por empresas privadas son tres. Uno es Puente Real, que ha cerrado la residencia de la calle Fuerte para reformarla y dedicarla solo a personas válidas, que tenía 72 plazas, y abrió en agosto una de 140 plazas en Federico Mayor Zaragoza, con una ocupación de entre 100 y 102.

Está también la de Virgen de la Soledad, en Díaz Ambrona, con 130 plazas y 90 ocupadas. La otra es Quavitae, de Mapfre, con 150 plazas y un 80% de ocupación. También figura en internet otra llamada Nazaret, pero no fue posible obtener datos en su web ni por teléfono.

Entre todos estos centros suman 850 plazas, de las que figuran como ocupadas unas 590, lo que significa que la mayoría de la población tiende a entrar en un centro público, que en el caso de Badajoz siempre hay lista de espera; el coste es un porcentaje de la pensión. Tiene 68 plazas para asistidos y 112 para válidos. Entre las tres empresas privadas, en febrero pasado había un total de medio centenar de plazas concertadas.

En el antiguo asilo también se paga un porcentaje de la pensión; el 80% de sus plazas son para personas válidas y el resto para asistidos. También en este caso hay una larga lista de espera, pues casi nunca se llega al tope de las 210 plazas por falta de personal, explicó la superiora, Encarnación Rodríguez.

Asimismo, la responsable de la residencia Lisardo Sánchez, Susana Hernández, manifestó que siempre hay personas interesadas en entrar, pues se dedican sobre todo a personas con pensiones bajas, pero tiene pocas plazas. Ninguna de éstas dos tienen plazas concertadas.

Por otro lado, el precio de una plaza en las residencias privadas oscila entre los 800 y los 1.100 euros mensuales de media.

Marisol Díaz, encargada de recepción en Puente Real, y fuentes de Virgen de la Soledad, coincidieron en señalar que se espera que la nueva Ley de Dependencia, con las ayudas a las familias, favorezca el acceso de muchas más personas a este tipo de residencias. Ello es así, sobre todo ante la escasez de plazas públicas, y dado que se cree que en Extremadura afectará a unas 6.000 personas con un alto grado de dependencia.