Ya lo dijo cuando dejó la Delegación del Gobierno de Extremadura para acompañar a Francisco Javier Fragoso como número 2 en la lista electoral del PP en las últimas elecciones municipales y ayer, al despedirse de los compañeros de la corporación, insistió en su apego a la política municipal. «Son muchos años, mi ilusión era volver al ayuntamiento y aunque alguno no se lo crea, me cuesta muchísimo irme», reconoció Germán López Iglesias, tras anunciar en el pleno ordinario que renunciaba a su acta de concejal pues el próximo lunes, a las 13.00 horas, tomará posesión como director general de la Policía Nacional en el Ministerio del Interior, atendiendo el ofrecimiento del nuevo titular de la cartera, Juan Ignacio Zoido, de raíces extremeñas.

El aplauso de despedida de sus compañeros de grupo y de la oposición fue unánime. López Iglesias se marchó del salón de plenos tras estrechar la mano del alcalde, a quien ha estado vinculado desde 1995 «y nunca hemos tenido ningún encontronazo».

Su nombramiento ya era un hecho. Tal fue así que ayer ya había apostados ante la fachada del ayuntamiento dos vehículos con agentes de la Policía Nacional. No ha podido pensárselo mucho, según reconoció, cuando explicó que el ministro lo llamó el miércoles por la noche para decirle que contaba con él para el cargo. Lo ha elegido, según comentó, «por la confianza que tiene en mí porque me conoce desde hace mucho tiempo, la lealtad la tiene». Le pidió una respuesta inmediata y fue afirmativa. El jueves López Iglesias le devolvió la llamada para comentarle que antes de irse tenía que hablarlo con el alcalde y con el presidente del PP, José Antonio Monago. El propio Zoido se encargó. Rajoy le dio el visto bueno, también Monago, y fue López Iglesias el que se lo anunció a Fragoso el jueves por la noche. Su reacción, a pesar de lo que pudiera esperarse, por el problema que su marcha causa, fue de total apoyo y comprensión, pues le mostró su agradecimiento por todo lo compartido.

Respecto a las responsabilidades que va a asumir, Iglesias señaló que no está nervioso pero sí «ocupado» porque «no es una dirección general menor y habrá que estar muy pendiente, lo bueno es que cuentas con muchos colaboradores». No pudo adelantar las prioridades que se marcará, porque no es fácil en estos momentos, ya que primero debe familiarizarse con la situación, pues aunque conozca el cuerpo policial por su experiencia en la Delegación del Gobierno, «es un peldaño mucho más arriba».

Ante los medios de comunicación reconoció que siempre pensó que terminaría su carrera política en el ayuntamiento: «Me fui a regañadientes a la Delegación del Gobierno, fue un honor estar ahí pero mi vida estaba encaminada al ayuntamiento, volví y mi idea era retirarme aquí». Pero «cosas de la vida, uno no puede decir nunca jamás en política y tengo que estar agradecido». Cuando se despidió de Fragoso, ambos se emocionaron.