Blanca es de El Salvador. Tiene 5 hijos y llegó a Badajoz a finales del 2004. Contactó con Banca Etica a través de la Asociación Todos Legales Todos Iguales y su primer préstamo fue de 500 euros. Recuerda que sintió "mucho apuro" cuando recurrió a Banca Etica por primera vez, pero necesitaba el dinero para poder pagar el alquiler de su vivienda.

Lejos de su familia y amigos, en Banca Etica no la trataron como a una extraña, al contrario. "Me han ayudado a salir adelante de forma digna, sin tener que vivir de limosnas", valora Blanca. Ha pasado por otros apuros y ha vuelto a contar con la asociación, que le ha prestado dinero para que pudiera devolver a su hermano el que le dejó para viajar a España y para ayudar a sus hijos.

"Me han hecho tres préstamos y voy a pedir otro. Siempre sé que voy a pagar hasta el último céntimo, porque esto no es Cáritas, y por parte del beneficiario existe un compromiso con Banca Etica y con el avalista", cuenta Blanca.

"Es una asociación que no ignora a las personas, pero una debe ser también legal, no con papeles --dice--, sino honesta y responsable". Blanca habla así porque algunas veces ha tenido problemas para devolver las cuotas, pero eso no le ha supuesto un problema. "Si un mes no puedo pagar, aviso al avalista y no me cobran más de la cuenta, sino igual. Te dejan dinero, pero no te acosan, ni te cobran intereses. En un banco, si no puedo pagar me penalizan", compara.

Blanca asegura que cuando las cosas le vayan mejor, su deseo es pasar de prestataria a ahorradora. Otros muchos beneficiarios ya lo han hecho. "Así como me han ayudado a mí, también yo necesito ayudar a otros", dice.