Cuando el actor Fernando Tejero (Córdoba, 1967) se asome al balcón del Ayuntamiento de Badajoz el viernes 1 de marzo, para pregonar el Carnaval 2019, muchos de los carnavaleros que desde abajo lo escucharán lo reconocerán por su voz y, si no por su nombre, sí por el del personaje que más fama le ha dado, el del portero de Aquí no hay quien viva o el de Fermín Trujillo de la exitosa serie La que se avecina, que sigue rodando. En plena grabación intentaba atender ayer a los medios de comunicación que desde Badajoz lo llamaban para preguntarle qué supone para él dar el pregón. Afirmó que sabe del Carnaval de Badajoz porque tiene «muy buenos amigos» en esta ciudad y conoce Extremadura porque ha estado haciendo teatro. Además su madre es de Cabeza del Buey, una vinculación que le crea «una motivación más».

Para Tejero es «un honor» que lo hayan elegido a él de pregonero «y de embajador de esta fiesta tan querida». Ha aceptado porque «me apatece mucho», ya que conoce la importancia que tiene para Badajoz esta fiesta que ahora aspira al Interés Turístico Internacional, «y seguro que yo os voy a dar mucha suerte». Reconoció que está «nervioso» precisamente porque «me importa y me genera un compromiso bonito», pues quiere «dar la talla y cumplir con las expectativas, lo haré con todo el cariño del mundo» y le pondrá «toda la creatividad que pueda, todas las ganas y todo el corazón». «Me muero por hacerlo», llega a decir.

Tejero no piensa llegar a Badajoz sin prepararse . Prevé estar al menos el día antes para vivir el Carnaval en la calle, si es que lo dejan, para «empaparme» de sus peculiaridades y está hablando con gente para que lo asesoren. Se lo está currando y ya ha visto el pregón de su predecesor, el humorista Carlos Latre, de quien reconoció la virtud de poseer el «maravilloso» recurso «de que tiene a ciento y pico de personajes metidos dentro de su cuerpo y el pregón no sólo lo dio él», bromeó. El actor cordobés no tiene este poder «pero tengo otros recursos: soy muy de verdad, soy muy de corazón y le voy a poner el alma». Por eso, prometió hacer «un pregón muy mío» con el que «todo el mundo esté contento». Tiene experiencia, pues pregonó las Fiestas de Mayo de Córdoba.

Aunque tuvo una época en la que Tejero vivió el Carnaval desde dentro, ya «tengo que ir muy disfrazado para estar en un sitio con mucha bulla». El que más conoce es el Carnaval de Cádiz, por proximidad, y dice que es de los que se emocionan con las letras de las comparsas. «Si no me gustase el Carnaval, no daría el pregón», aseguró. Tal es su compromiso, que quiere acudir disfrazado y está dando vueltas a su atuendo para estar a la altura de su protagonismo.