El Colegio de Médicos de Badajoz y la Consejería de Sanidad mostraron ayer su apoyo al facultativo que fue agredido por una mujer el sábado en el Hospital Perpetuo Socorro al negarse a modificar un certificado de defunción para adelantar la hora del fallecimiento de un paciente.

El presidente del colegio, Pedro Hidalgo, anunció que la entidad que preside pondrá en conocimiento de los tribunales este hecho y se personará como acusación particular en el proceso. También instó al colectivo a denunciar las agresiones, "porque la única fórmula de luchar contra esto es dando a conocer los casos existentes y castigando a los agresores", indicó.

Por su parte, la consejería manifestó, a través de un comunicado, que se emprenderán las acciones legales oportunas para denunciar estos hechos ante los organismos pertinentes.

Pedro Hidalgo insistió en la necesidad de contar con un manual de prevención de agresiones, así como con otras herramientas disuasorias. En este sentido reivindicó que las agresiones sean tipificadas como delitos de atentado y que este tipo de conflictos sean resueltos mediante juicios rápidos.

En su opinión, "todo parece indicar que se van a superar los límites del año pasado", en el que hubo 11 agresiones en la región. Este caso se produce después de que el pasado mes de febrero una mujer fuera detenida tras amenazar a dos doctoras en el centro de salud Obispo Paulo.

En el caso del sábado, una mujer estrelló contra un hombro del médico un recipiente con jeringuillas usadas que había en el hospital, al negarse en reiteradas ocasiones a modificar el certificado de defunción de un paciente fallecido.

Posibles razones El médico, que quiso mantener el anonimato, manifestó que los familiares de los pacientes "son presionados por las funerarias, que tienen mucho interés en adelantar los enterramientos, ya que este hecho no es ocasional, sucede con frecuencia a mí y a muchos de mis compañeros", declaró.

En el sector funerario, han sido varias las voces que se han pronunciado al respecto, aunque también han querido mantener el anonimato, y han recordado que "no puede existir presión por parte de nadie puesto que existe una ley que, ni médicos ni funerarias, se pueden saltar a la torera".

Un representante de una conocida funeraria desmintió que exista un interés por adelantar los enterramientos, "la verdad es que son las propias familias las que se quieren quitar el muerto de encima y eso también crea problemas a las funerarias ".