Una treintena de coordinadores de centros de salud y unidades medicalizadas de Badajoz se reunieron el pasado lunes en asamblea en el Colegio de Médicos y de manera telemática, coordinados por el presidente del Colegio, Pedro Hidalgo, acompañado por miembros de su junta directiva, y elaborar un manifiesto "que traslade a la sociedad y la Administración propuestas para acabar con la situación límite del servicio de Atención Primaria y de Emergencias", en el que afirman que "hemos llegado al límite de nuestras capacidades y declaramos la quiebra de la Atención Primaria en nuestra Comunidad Autónoma de Extremadura. Hemos llegado a un punto de ambulatorización y desprestigio en la relación médico-paciente, que ha destruido los pilares de la misma".

Aseguran que "las cargas de trabajo asistencial que soportamos, con agendas saturadas y con demoras inaceptables de citas clínicas, provocan la imposibilidad de dedicar al acto médico el tiempo de calidad necesario para manejar adecuadamente la incertidumbre". A ello se suma, manifiestan, "una insólita falta de apoyo institucional por la Administración Sanitaria, con una carencia crítica de medios humanos y materiales y ausencia de un auténtico reconocimiento". Y que todo ellos son, "los elementos que nos

ha precipitado a un estado difícilmente soportable por mucho más tiempo".

Afirman los médicos que "de poco o nada" han servido las múltiples recomendaciones realizadas por colegios y otras organizaciones profesionales para salvar la Atención Primaria. Y que, igualmente, de poco o nada han servido las decisiones tomadas de buena fe por el colectivo médico al desconvocar una huelga, tras promesas políticas incumplidas".

MANIFIESTO

Los participantes exponen en su manifiesto 12 puntos, comenzando por que "la Atención Primaria ha muerto"; exigen un nuevo modelo de Atención Primaria adaptado a la nueva normalidad; reivindican una ley de financiación sanitaria que destine el 25% del presupuesto a la Atención Primaria.

Reclaman un plan de comunicación dirigido a la población en el que "la Administración debe responsabilizarse de las medidas organizativas de la atención prestada en los centros de salud; hacer pública de la estadística de actividad asistencial en los centros de salud, con sus respectivas demoras; y advertir a la población la necesidad de guardar el debido respeto a los médicos, como funcionarios públicos al servicio de la salud de la ciudadanía y no añadir más presión a la sobrecarga laboral que soportan".

También piden un reglamento específico e independiente para las unidades medicalizadas de emergencia; dimensionar los equipos para acabar con la sobrecarga y la precariedad laboral de los médicos; la integración funcional de los médicos de atención continuada en los equipos de Atención Primaria.

Rechazan la contratación de médicos sin titulación y el uso de vehículos particulares para la atención domiciliaria en la jornada laboral.

Demandan la adaptación tecnológica de las centralitas telefónicas con la dotación personal necesaria, además de la autogestión de la agenda de trabajo del médico de familia e incluir la posibilidad del teletrabajo. Y planificar "y garantizar el suministro de equipos de protección individual".