Se han declarado Patrimonio Mundial por la Unesco las ruinas y el conjunto arqueológico de la ciudad califal de Medina Azahara, que reune el recuerdo de lo que fue la ciudad fundada por Abderramán III en el año 936, siete años después de proclamarse el Califato de Córdoba, y que fue destruida y saqueada en 1010 en la guerra civil que puso fin al Califato. Los restos de la ciudad quedaron enterrados durante casi un milenio hasta que en 1911 fueron descubiertos y, con pocas referencias históricas, se iniciaron las primeras excavaciones. Un siglo de investigación, de excavaciones arqueológicas, de rehabilitación, de relato, magia y pasión han conseguido que con esta nueva declaración de la Unesco, Córdoba se convierta en un referente mundial con sus cuatro declaraciones.

La Alcazaba de Badajoz no ha permanecido oculta, ha estado durante siglos en uso pero sí ha estado enterrada y sobreconstruida. Aunque lleva décadas siendo excavada e investigada sigue siendo casi testimonial su descubrimiento. Casi un siglo después de que se hiciese en Medina Azahara empiezan a realizarse las actuaciones de mayor calado en la Alcazaba de Badajoz. Y seguimos sin valorar la dimensión de lo que puede suponer este espacio monumental y arqueológico. Si consiguiésemos que nos lo tomásemos en serio lo que puede llegar a ser se dotarían los medios para convertir este espacio en un parque arqueológico y monumental. Nadie puede afirmar lo que habrá debajo de la tierra que cubre el Cerro de la Muela. Puesto a imaginar deberíamos pensar que en diez años podrían estar rehabilitados todos los edificios interiores y murallas, extendidas las excavaciones arqueológicas por casi todo su interior con elementos recuperados que permitiesen interpretar lo que fue y extendido el museo arqueológico a los depósitos de agua y a todo el edificio del antiguo hospital militar. Entonces podríamos optar a ser declarado Patrimonio de la Humanidad y una fuente de riqueza y empleo para la ciudad. Seguro que para algunos es un cuento imposible de imaginar, pero solo los que creen que las cosas pueden ser posibles, las hacen posibles. Cuando Ricardo Velázquez empezó las excavaciones de Medina Azahara para algunos también era imposible.