La calidad del aire que se respira en Badajoz es "muy buena", según ponen de manifiesto todos los índices que a diario mide la Red Extremeña de Protección e Investigación de la Calidad del Aire (Repica), dependiente de la Dirección General de Medio Ambiente y del Servicio de Protección Ambiental de la Universidad de Extremadura. La responsable de esta red, Isabel De la Vega, ha explicado a EL PERIODICO que todos los datos que se recogen son "o muy óptimos o admisibles", pero en cualquier caso muy por debajo de los límites que marca la legislación en todos los parámetros.

Según Isabel De la Vega, el aire que respiran los pacenses es "excelente, muy limpio".

Repica es un sistema de vigilancia y protección del medio ambiente cuyo objetivo es alertar acerca de cualquier desequilibrio ambiental que pudiera afectar, a corto, medio o largo plazo, a la calidad en el campo de la protección atmosférica. La red está diseñada para la protección de la población y del entorno natural de la región, frente a posibles situaciones de contaminación atmosférica que pudieran amenazar la calidad del aire. En el caso de Badajoz, este control se realiza a través de una unidad de monitorización continua de la calidad del aire, que está ubicada en las instalaciones de la Consejería de Agricultura, en la carretera de Cáceres.

Los parámetros de calidad que se controlan son el monóxido de carbono, el dióxido de azufre, partículas en suspensión, monóxido de nitrógeno, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico, compuestos orgánicos volátiles y plomo.

Desde la unidad de vigilancia atmosférica que existe en la carretera de Cáceres se recogen muestras de aire, mediante un aspirador de manera continua, pues funciona las 24 horas todos los días del año y ese aire se lleva a analizadores.

Esta unidad funciona desde hace año y medio y, durante este tiempo, nunca se ha detectado un repunte que haya hecho temer una situación de alerta. Sólo en verano hay más ozono por la subida de temperaturas. Además, estos datos se centralizan en Madrid, y jamás se ha detectado nada.

El hecho de que el número de vehículos que transitan por Badajoz crezca continuamente no se ha traducido aún en una repercusión preocupante en la atmósfera de la ciudad, según asegura Isabel De la Vega. Por poner algún ejemplo, en el dióxido de azufre, que tiene que ver con la combustión de gasolina, los valores perjudiciales para la salud serían una acumulación, en una hora de 300,80 microgramos por metro cúbico y en Badajoz hay medias de 7 microgramos. También apunta la responsable del Repica que la presencia de plomo ha bajado mucho en España a raíz de la utilización de la gasolina sin plomo.

La atmósfera de Badajoz se mantiene así de limpia porque, "ni hay mucho tráfico, ni grandes industrias contaminantes". Isabel De la Vega también apunta que es cierto que en la actualidad a las industrias contaminantes se les exigen importantes medidas correctoras. Además, el medidor está situado en la terraza de la carretera de Cáceres, un lugar muy concreto que no tiene alrededor ninguna fábrica.

Nunca en Badajoz se han superado los límites exigibles por la normativa europea en materia de contaminación atmosférica. Los datos del análisis continuo del aire aparecen puntualmente y de forma actualizada en la web de la consejería.