Sonido de gaitas, mejillones, ribeiro y lluvia. Un pedazo de Galicia se masticaba ayer en la plaza de San Atón, donde la Casa de Galicia de Badajoz y la Asociación de Cocineros, con la colaboración de la diputación, el ayuntamiento y el instituto San Fernando, organizaron una degustación popular para promocionar el consumo de productos gallegos, tras el desastre del Prestige .

Más de 40 alumnos del ciclo formativo de Cocina del instituto de San Fernando se afanaron en lavar y limpiar 370 kilos de mejillones (unos 3.500 moluscos) que prepararon a las órdenes de su profesor, el cocinero vasco Ernesto Osoro. Por un euro, todos los que se acercaron ayer a la carpa blanca a pesar del mal tiempo, pudieron degustar dos mejillones, cada uno aderezado con una salsa, y un vaso de ribeiro. Una de las salsas era una vinagreta, a base de aceite de Monterrubio, vinagre, sal y un picadillo con pepinillos, alcaparras, cebolla y pimiento morrón y verde y la otra una salsa tártara con mahonesa, cebolla picada, huevo duro, peregil y pepinillos. Además se habían preparado 440 botellas de vino.

El día amaneció típicamente gallego, húmedo y lluvioso. El presidente de la Casa de Galicia, Luis Vilela, comentó que la degustación se incluyó dentro de la campaña para promocionar el consumo de productos gallegos. "El chapapote no ha llegado ni al vino de ribeiro y a los mejillones, ni a las merluzas", señaló Vilela. Los organizadores alcanzaron sus previsiones, porque se vendieron más de 3.000 raciones.