Esta ha sido la edición más especial por la situación de pandemia y por cómo el público la ha acogido; con menos público pero más lector, y con un alto nivel de satisfacción tanto de los autores, como de las librerías y editoriales», manifestó ayer la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, al hacer balance de la 39 Feria del Libro de Badajoz,

Morcillo afirmó que «nos hemos tenido que reinventar para que se hayan podido celebrar con todas las medidas de seguridad las más de 80 presentaciones y conferencias en estos diez días, que según los libreros ha funcionado muy bien, por lo que el ayuntamiento se siente orgulloso de cómo lo hemos montado, pero también de todo el público, que ha seguido todas las recomendaciones sanitarias con mucha paciencia, pero también con mucho entusiasmo».

Los autores invitados han valorado y agradecido que se haya celebrado la Feria del Libro de Badajoz, la primera y hasta ahora la única de España. «Así nos lo han hecho llegar y así lo han difundido en sus redes sociales, porque se sentían satisfechos y muy contentos de encontrarse con sus lectores», dijo la concejala. Y añadió: «Llegó la pandemia y el mundo de la cultura ha sufrido; es verdad para que muchos ha sido su primera presentación. Ayer, Sonsoles Ónega se sentía nerviosa de tener otra vez ese encuentro con lectores, pues llevan más de seis meses sin encontrarse con ellos. Muchos no han podido hacer sus promociones, como los de los premios Planeta o Nadal. Todos ellos lo han destacado en sus redes sociales; nos han confirmado como una feria segura».

La edil afirmó que «no era fácil porque había que tomar todas las medidas de seguridad, pero era una apuesta por la cultura, del sector editorial, de los libreros y también por retomar el pulso cultural de la ciudad; con todas las medidas de seguridad, pero reinventándonos y con otro formato para seguir disfrutando de la lectura que tanto bien nos ha hecho en tiempos de confinamiento».

En cuanto al público, dijo que «no hemos tenido el bulle bulle de los 5.000 niños por la mañana, porque no podían venir con los colegios y lo hemos echado de menos, pero ha habido mucha actividad en la carpa infantil por la tarde. ¿El número? No lo hemos podido estimar; posiblemente ha sido menor, pero ha sido un público lector, me dicen los libreros».

La concejala contó que «Editamás me dice que casi han triplicado las ventas del año anterior; y el tercer día, algunos libreros contaban que habían vendido más que todo el año pasado; además, había geles especiales para tocar el papel. Estoy agradecida y algo sorprendida; me decían que casi todo el mundo que entraba en la feria compraba un libro; están muy contentos. Y hay editoriales, del País Vasco, de Castellón o de Murcia que me dicen que se han sorprendido de haber encontrado en Badajoz una ciudad lectora, con ganas de libros y de cultura».

GANAS DE VIVIR / En este sentido, Mai Saki, fotógrafa y regente de Dulce Locura, explicó que «hasta hoy estamos en números iguales a los del año pasado, y ha habido algún día de lluvia». Y valoró que se haya celebrado la feria: «Al principio nos asustamos, pensamos que iba a ser un fracaso estrepitoso, si te pones a pensar en las medidas, pero luego la gente tenía ganas de vivir y de volver a una realidad, con mascarillas y geles, pero vivir; ha habido como alegría».

Destacó que «la gente ha sido muy respetuosa, mantenía el itinerario, preguntaban si podían tocar los libros y les dábamos una marca de desinfectante que hemos comprado, e hidrogel, para que pudieran tocar el papel».

Por otro lado, Morcillo indicó que ya trabajan en la edición 40, que «queremos que sea singular, queremos hacer algo especial, si es posible sin mascarilla ya, pero si no, con lo que hemos aprendido este año, pero algo especial».