Con la publicación esta semana en el DOE del decreto por el cual se convocan las elecciones a la Asamblea de Extremadura para el próximo 26 de Mayo se daba el pistoletazo de salida «oficial» para las próximas elecciones locales y autonómicas.

Una convocatoria electoral muy importante, puesto que será el momento de elegir a las personas y a los partidos políticos que queremos que nos representen y gobiernen en las instituciones mas cercanas a nosotros, como son los ayuntamientos o el gobierno regional.

Sin embargo, me temo que los equipos de campaña, aquí en Extremadura o en cualquier rincón de España, se van a tener que emplear a fondo para «colar» el mensaje de sus candidatos.

Las elecciones generales, convocadas justo casi un mes antes, ocupan todo el espacio político. Y después del día 28 de abril: también.

Las encuestas pronostican que no habrá mayorías y serán necesarios los siempre complicados pactos para formar gobierno en Madrid. Así que puede darse la situación de que los candidatos a concejales y alcaldes, o a diputados en la Asamblea de Extremadura, estén afanados en contarnos su programa electoral, mientras que sus partidos en Madrid sólo tendrán en la cabeza la palabra pactos. Mensajes solapados.

¿Y a quién beneficia o perjudica esta situación? Sin lugar a dudas los principales perjudicados somos los ciudadanos que, en muchos casos, iremos a las urnas con un gran desconocimiento o un buen «cacao» de a quién y por qué vamos a votar.

Pero, en segundo lugar, serán los partidos de la oposición quienes más acusen esta circunstancias. Serán los que tendrán que esforzarse más para hacerse oír. Para hacer que sus mensajes, tanto de propuestas como de crítica, lleguen a la ciudadanía. Los que han gobernado gozaron durante cuatro años del foco mediático. Para bien o para mal. Y eso ayuda.

Luego están las modas o los enfados, que también se verán reflejados en las urnas. Pero ese voto ya está decidido.

El resto, tanto candidatos como electores, tendremos que hacer un esfuerzo extra en estas elecciones para depositar nuestro voto en las urnas.