El mentalista y mago Anthony Blake pretende provocar con su espectáculo Espíritu "deseo, sorpresa, intriga y misterio" porque, según dijo ayer durante su presentación en el teatro López de Ayala, "tocamos aspectos muy particulares de los supuestos poderes de la mente humana". La intriga y el miedo se sustentan en "un cierto vértigo" y el deseo porque "si yo fuese espectador, desearía tener los aparentes poderes que tiene Anthony Blake".

Espíritu estará en el López de Ayala mañana y el domingo, a las diez de la noche. Las entradas cuestan 18 y 15 euros.

El conocido y televisivo mago compareció ante la prensa con el director del teatro, Miguel Murillo, a quien une una relación de amistad. Blake, vestido de negro y con el rostro demacrado, presentó la estatuilla (en forma de bola de cristal) que le ha concedido en Nueva York la Asociación de Animadores Psíquicos y que viene a ser como el Oscar del mentalismo, según dijo Murillo.

Blake dijo que Espíritu es "lo mejor que yo he hecho en los últimos 10 años" (lleva 21 viviendo de esta profesión) y lo definió como un espectáculo participativo para todas las edades, a partir de los 8 años.