Los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte entre los jóvenes españoles. De hecho, según las últimas estadísticas de la Dirección General de Tráfico, uno de cada cuatro fallecidos por este motivo son menores de 25 años.

En Extremadura la tónica no es muy diferente. Con las tres víctimas de ayer, son al menos 11 los jóvenes que han perdido la vida en las carreteras de la región durante el último mes.

El siniestro más serio tuvo lugar el pasado día 23 de diciembre cerca de Guadiana. Cuatro adolescentes de edades comprendidas entre los 17 y los 19 años fallecieron tras precipitarse a un canal de riego el vehículo en el que viajaban. Además, un quinto joven resultó herido. Los muertos eran vecinos de Puebla de la Calzada y Montijo.

Durante el puente de la Constitución otro joven de 20 años perecía tras volcar su coche entre las calles María Auxiliadora y Sinforiano Madroñero de la ciudad de Badajoz. La víctima falleció in situ como consecuencia del impacto y después de que el automóvil diese varias vueltas de campana.

En la provincia pacense

También en la provincia de Badajoz perdió la vida una chica de 15 años el día 29 como consecuencia de una colisión frontal entre dos turismos. El siniestro tuvo lugar en la N-430, en el cruce de Valdivia, localidad de la que era natural la fallecida. Esta viajaba con su novio, de 18 años, que resultó herido muy grave con un traumatismo craneoencefálico. En el otro vehículo circulaba una mujer con sus dos hijos, de 18 y 12 años, que también resultaron graves.

Además, a mediados del pasado mes, un motociclista fallecía en el kilómetro 10 de la carretera EX-315, que discurre entre Olivenza y Cheles, a la altura de San Benito de la Contienda. El joven se salió de la carretera y los servicios de emergencia solo pudieron certificar su muerte.

Tan solo unos días antes se producía un nuevo suceso trágico en las proximidades de la ciudad de Badajoz. En el kilómetro 5,400 de la carretera a Valverde un joven de 29 años se sumaba a la lista de víctimas mortales en Extremadura al chocar con su turismo contra un todoterreno que invadió el carril contrario. El conductor de éste, que salió ileso, aclaró que perdió el control del vehículo al intentar evitar a un perro que había que había invadido la calzada.